La economía de Estados Unidos registró una contracción histórica en el segundo trimestre por los efectos devastadores de la pandemia en el consumo y en las empresas, con magras expectativas en un momento en que el virus avanza sin control. El Departamento de Comercio informó que en el segundo trimestre la contracción fue de 32,9%, lo que marca el peor desempeño de la historia, desde que comenzaron los registros en 1947, según France Press.
El Departamento de Comercio indicó que la caída del PIB refleja la respuesta al Covid-19, que implicó medidas de confinamiento entre marzo y abril, que fueron parcialmente compensadas por la reapertura de una parte de la actividad en algunas regiones del país en mayo y junio.
Estas cifras publicadas muestran el crecimiento anualizado por lo que no son comparables con los indicadores que usan otras economías avanzadas, que comparan un trimestre con el mismo periodo del año anterior.
Con estos resultados, Estados Unidos registra su segundo trimestre consecutivo con una contracción del PIB, lo que marca que el país entró en recesión.
En el primer trimestre el PIB de la segunda economía se contrajo 5% por el efecto de las primeras medidas de confinamiento impuestas a mediados de marzo. Con respecto al segundo trimestre de 2019, la caída es de 9,5%, un desempeño comparable con las de los países europeos que también fueron golpeados con fuerza por la crisis sanitaria y económica.
La contracción se debe en gran medida a la caída del gasto en consumo, que es el principal motor del PIB y que se desplomó 34,6% en el segundo trimestre. Los gastos en servicio, un sector que sufrió de lleno el golpe de la crisis, bajó 43,5%. En tanto las inversiones privadas cayeron un 49%.
La proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) era que la contracción alcanzaría un 35%.
En tanto, el Departamento de Trabajo publicó otro dato preocupante sobre la economía, reportando que siguen los despidos. Las cifras de la semana finalizada el 25 de julio mostraron que los desempleados sumaron 1,43 millones, un incremento de 12.000 con respecto a los números revisados de la semana anterior.
Estados Unidos ha registrado un aumento de las solicitudes de ayuda por desempleo desde que los negocios comenzaron a cerrar a mediados de marzo por el confinamiento para intentar frenar la expansión del virus para el cual no hay cura.
Ese mes, este indicador marcó un máximo histórico y luego comenzó a mejorar, antes de volver a subir paulatinamente a principios de julio.