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El Presidente que necesitamos – Ecuador 2021

Foto publicada en Ayuntamiento

Tiempo de lectura: 6 minutos

No podría decir si el Estado le hace al Presidente o el Presidente le hace al Estado, la típica paradoja del huevo o la gallina, cuando sabemos que el gallo es el que hace la diferencia.

Empecemos por la institucionalidad llamada Estado pues ella es quien incorpora al Presidente para gobernar. Hoy día existe una iniciativa para recuperar la institucionalidad que perdimos durante los últimos 13 años, aunque no es a propósito, son 13 pero no creo en las superstición pero si en la desinformación. Entonces la iniciativa busca emprender reformas estructurales que posibiliten la gobernabilidad futura. Aquí establecemos la primera premisa, la institucionalidad favorece la gobernabilidad y por ello hay que fortalecerla. Había mencionado en un artículo anterior que la política es como un engranaje que las partes hacen al todo, por tanto una institucionalidad débil no promovería las políticas públicas apropiadas para mejorar el bienestar.

Regresemos a mirar la foto de nuestro país, en blanco y negro. Para decir algo es como borrosa, no se distingue bien, no creemos lo que vemos, inmediatamente nos jalona el recuerdo de tiempos mejores; habían recursos, no habían subsidios, se robaba poco, la corrupción era mal vista por la mayoría, los presidentes eran estadistas (en su mayoría), ser funcionario público era apreciado por la sociedad, la desigualdad era profunda y existía pobreza.

La foto se transforma en color y ¿qué vemos? Carreteras!!!! Pero no tenemos recursos (ni el petróleo nos salva) estamos plagados de actos de corrupción a todo nivel, de subsidios ineficientes, los honestos son pocos y mal vistos, es más fácil robar que trabajar duro, los presidentes en los últimos 24 años no han sido estadistas, hoy funcionario público es el amigo del “amigo” y pagan por el nombramiento, endeudamos hasta la coronilla sin espacio ni claridad para implementar cambios serios, la desigualdad se mantiene y el Covid-19 ha levantado la pobreza que estaba oculta. Esta es, según mi opinión, la imagen/foto de nuestro país, necesita enfoque, necesita color, necesita un buen papel y un buen equipo para su impresión. Hemos regresados al tiempo de las máquinas fotográficas de daguerrotipo. Esta es la segunda premisa, si no hay cambios estructurales el futuro es incierto.

Ahora concentrémonos en la persona o como diría mi amigo Eduardo Quintana, El Fotero, ella es una parte del engranaje, el entorno, la luz, el objeto, la o el modelo, la hora del día, la época del año, el equipo, todos son otros elementos que complementan la visión del Fotero a capturar su idea, su visión, a plasmar su arte a comunicar, a gestionar lo que sabe y compartir con la sociedad su aporte.

Un Presidente, mujer u hombre, no puede ser cualquiera, no puede ser un neófito en la gestión pública, debe ser un estadista, “un estadista es aquella persona que esta instruido, tiene habilidad y capacidad, está convencido por su práctica prolongada, sus vivencias y su visión futura para hacer cumplir los derechos y obligaciones de los ciudadanos mediante el cumplimiento de sus deberes de Estado”.

En suma, es como el Fotero al arte fotográfico, es la pieza clave del engranaje, la que facilita las cosas, la que percibe los problemas pero busca las soluciones alternativas pero no con empatía (ayudar a alguien en detrimento del resto) sino con compasión, siempre buscando el beneficio para todos, no para unos, para todos pensando en el bien común, no en el particular, la que pone el color, la vivencia, la honestidad, en suma un ejemplo. El ejemplo es la fuerza del cambio, es la llama que llevan dentro las personas de bien, que no importa ni las amenazas, ni las prebendas, ni los ofrecimientos para gestionar la cosa pública con honestidad y transparencia. El ejemplo es la premisa tres.

La era post Covid-19 acarrea consigo una oportunidad, deberemos comprenderla profundamente, para no volvernos a equivocar, para recordar quienes han sido los corruptos, quienes han sido los populistas-socialistas que ofrecieron el oro y el moro y que al final nos quedó solo lodo, quienes han jugado con la vida de la mayoría de nosotros, que utilizaron sus prebendas y sus “amigos” para hacer que la cosa pública les favoreciera no solo a ellos sino a todos sus amigos, quienes en la decisión de construir una obra pública (carretera, hospital, edificio judicial, escuela del milenio, UVCs, puertos, aeropuertos, etc) no solo robaron en la edificación, sino también en el equipamiento, las instalaciones, los insumos, los recursos humanos requeridos, es decir en todo, nos robaron en todo. Esta es la cuarta premisa, tenemos la oportunidad de corregir en nuestras manos.

La posible situación socio-económica-política del Ecuador en el año pre y postelectoral 2021, al término de la Administración Correa, perdón Moreno y luego del período democrático-dictatorial más largo de la historia reciente, se puede enmarcar dentro de los siguientes aspectos:

  1. El nivel de bienestar general ha desmejorado alcanzando índices socioeconómicos generales no buenos;
  2. La sociedad está fragmentada por varias razones pero especialmente por la percepción de los niveles de libertad democrática altamente afectada por el Presidente (levantamiento indígena) y también por las resoluciones del poder judicial, y entre otras razones se incluyen:
    • 2.1 Los grupos sociales de altos ingresos han sido maltratados social y tributariamente;
    • 2.2 Los partidarios del movimiento (AP) han acentuado su sectarismo al extremo, no permitiendo la participación de otros grupos de la sociedad;
    • 2.3 Los partidarios han recibido muchos beneficios cualitativos y cuantitativos de la gestión política, el grupo más corrupto de la historia reciente;
    • 2.4 Los no partidarios están alimentando el odio político al igual que los partidarios, dividiendo al país innecesariamente, con tintes racistas;
    • 2.5 La corrupción se ha enquistado en la Administración Moreno muy fuerte generando persecución política, a los miembros del Poder Judicial.
  3. El modelo socio-económico-político-ambiental no ha permitido la apertura a la iniciativa privada y su innegable capacidad parta generar inversión, empleo, impuestos y comercio internacional, postergando así el desarrollo productivo, dejando al Estado la norma, regulación y el control.
  4. La gestión económica de las finanzas públicas se visualiza claramente por la tasa de endeudamiento la cual ha alcanzado niveles altos respecto del PIB y sobre todo por su estructura de deuda impagable, limitando las opciones futuras de crecimiento económico en el corto plazo (¿USD24.000 millones al IESS?).
  5. La inversión pública alcanzo niveles muy buenos en electricidad, agua potable y saneamiento, carreteras, pero será muy difícil mantener esa tasa de inversión pública por temas de capacidad de endeudamiento por que los ingresos son menores y especialmente por los niveles de corrupción asociados a esas obras y sus costos.
  6. El empleo es algo incierto por la débil legislación vigente, pero aparentemente ha desmejorado por la falta de inversión pública y privada, el subempleo grande actual no tiene oportunidades de mejora sino más bien todo lo contrario.
  7. La política tributaría se ha ensañado con el trabajador público y privado así como con los empresarios de todo tamaño, reduciendo significativamente su capacidad de consumo y de renta (requiere reestructura).
  8. El punto más delicado parecería ser la seguridad que a pesar del avance y desarrollo institucional del ECU911 no alcanza para mejorar la seguridad ciudadana y el emprendimiento empresarial.
  9. La informalidad está desbordada y puede producir niveles preocupantes antes de encontrar soluciones alternativas de bajo costo.
  10. La prospectiva ha fallado no se ha logrado sentar las bases del cambio estructural (ENCMP) por la visión sesgada del comercio internacional utilizando políticas comerciales contraproducentes para el desarrollo productivo nacional.
  11. No se ha consolidado una herramienta de apoyo al emprendimiento, capital de riesgo, desarrollo empresarial innovador, que fomente la inversión en I+D y así alcanzar mayor valor agregado en la producción local, consumo nacional y exportaciones.
  12. La pobreza en lugar de reducirse ha aumentado y la falta de comprensión de los sectores vulnerables ha pasado la factura al gobierno por su ineficiencia en proveer oportunidades para mejorar la empleabilidad de los informales y desempleados, causando más pobreza y reduciendo el nivel de bienestar.
  13. Existe la posibilidad de que en estos doce puntos no se incluyan otros de relevancia pero al menos se ha tratado de cubrir lo que mueve a un agente económico y social para ser partícipe de un proceso político que definiría el futuro inmediato de la sociedad ecuatoriana en el ámbito del respeto a las diferencias de criterio político, pero sustentables en una estrategia colaborativa entre todos, para que como ciudadanos responsables entreguemos nuestro contingente y no regresar años de trabajo por su alto costo económico.

Las cuatro premisas señaladas: 1) la institucionalidad favorece la gobernabilidad y por ello hay que fortalecerla; 2) si no hay cambios estructurales el futuro es incierto; 3) el ejemplo promueve la honestidad; y 4) la oportunidad de corregir está en nuestras manos, deben ser analizadas para tomar una decisión.

Entonces al preguntarse uno mismo como se podrían mejorar las condiciones o mejor dicho cuales serían las características del presidenciable que cubra la expectativa para resolver la aguda crisis resumida en los aspectos señalados; siendo además, serio, honrado y estadística que reduzca al mínimo la posibilidad de la desintegración de los ecuatorianos.

El perfil presidenciable Ecuador 2021 – 2025 podría incluir las siguientes características:

  1. Estadista, honrado y claro
  2. Visión de futuro y no del pasado (culpar al anterior) y compromiso de avanzar sobre lo alcanzado;
  3. Competencias de diálogo político de altura y conciliador, no negociador de prebendas;
  4. Capacidad para armar un equipo técnico muy serio, que apunte al mismo objetivo;
  5. Pensamiento crítico de mediano plazo para resolver los problemas de corto plazo;
  6. Imagen creíble internacionalmente para promover la reestructuración de la deuda pública en condiciones favorables;
  7. Experiencia probada para promocionar un cambio constitucional que reestructure el modelo de desarrollo, las funciones Ejecutiva, Legislativa y Judicial;
  8. Apertura para con el sector privado tanto productivo como académico;
  9. Progresista con las realidades y necesidades de la sociedad ;
  10. Seriedad y buen trato cotidiano con la prensa y los ciudadanos;
  11. Capacidad política para transmitir los problemas, las posibles soluciones y los logros;
  12. Pasión para tomar como suyos los problemas de los ecuatorianos con compasión pero no con empatía, para el bien común.

Su voto podría ser muy fácil si analiza a los candidatos y logra determinar cuán cerca o cuán lejos están de este perfil. Y lo más importante interiorice su decisión pues es muy importante para las nuevas generaciones.

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