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DEL HAMBRE DE SENTIDO A UN FORZAMIENTO DEL GUSTO

Tiempo de lectura: 2 minutos
Un trauma es siempre sospechoso
Lacan, 1975

 

Lacan en la Universidad de Yale rememora el arribo de Freud y Jung a América en 1909. Su enunciación no es el divertido: ellos no saben que les traemos la peste, su término será la “epidemia”. Hoy “Pandemia” es la película en cartelera, pesadilla de la que estamos intentando despertar, como diría Joyce. Ahora, si la pandemia ES un despertar, requeriremos de las agallas freudianas.

Se ha revelado, nuevamente, la condición de desamparo del parlêtre y el sinsentido radical de la existencia. El VIRUS como tal no es “lo traumático”; lo verificamos por los singulares llamados, urgencias y angustias locas –léase Seynhaeve-, que ocurren ante el despertar del sueño del Otro garante o por el encontronazo con Un real traumático. La política del psicoanálisis, que hace de los impases sus boyas de ruta, no permite ofrecer a un sujeto volver al estado pre-trauma, sino que orienta nuestra experiencia de lo real hacia la reescritura de un modo sint(h)omático de salir de lo mismo.

El restablecimiento subjetivo, en general, se produce donando sentido al acontecimiento sinsentido. El sentido hambriento se nutre de dichos que le consuenan. Esto lo operativizan los algoritmos y se trasluce en las semblanzas. El fantasma impone un acoplamiento del sujeto al objeto. Es un momento crucial del análisis cuando el objeto responde al decir inédito: es el esguince en la voz de María Cristina Giraldo.

La vía analítica del síntoma exige apagar su hambre de sentido. Notariamos así el gusto de Lacan por la topología, pues “no es alimento fácil” (16/11/76). La apuesta analítica de leer-sin-comprender, nos saca del ronroneo consonante que adormece, apuntando a leer eso ajeno, femenino y singular…

NO HACÍA FALTA LA PANDEMIA…

Ante el COVID se han exacerbado fantasías catastrofistas y se refuerzan las medidas preventivas y de biocontrol. Nuevos contenidos para viejos síntomas. También la pesadilla actual ha despertado la suma de los pre-juicios de los analistas. Recordemos que Lacan indicó que Irma es EL caso de la contratransferencia, y justo allí señala que Freud tiene agallas porque no se despertó ante la visión de horror, apuntándose como nuevo despertar: la escritura de una fórmula con gruesos caracteres negros.

Lacan aborda la contratransferencia y la resistencia (Seminarios 1 y 2). Y es una pregunta que debemos retomar. Primero la transferencia: una analizante esclarecida supo decirle a Ma. Cristina Giraldo que a ella la anima el “tonito” de la analista, más allá de sus enunciados. Se puede sostener a un paciente por un llamado, si no puede acudir a su sesión por un impedimento grave… Extremando, Osvaldo Delgado insistió en que fue al hospital para su cita presencial con su analista ingresado.

Para concluir, una anécdota de Lacan sobre la resistencia. Un paciente llega con la pierna enyesada y Lacan le espeta: “¡se hizo eso para no venir!”. No hacía falta una pandemia, para no venir…

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*Asociada Nel Guayaquil

Publicado originalmente en https://nelguayaquil.org

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