La mayoría de países de América Latina sigue con sus economías semiparalizadas. Según la Cepal, la región tendría un desplome del PIB del 9% este año, la peor cifra en un siglo. La secretaria ejecutiva del órgano dependiente de la ONU, Alicia Bárcena, dijo que existe una contracción no vista en 100 años. Una nueva década perdida tanto por los choques externos como domésticos.
La región sur de América tendía una caída del 9,4%, seguida de Centroamérica y México (-8,4%) y el Caribe (-7,9%), del que hay que excluir Guyana por su fuerte crecimiento debido al petróleo. Brasil, México y Argentina se desplomarán 9,2%, 9% y 10,4%, respectivamente, mientras que Perú lo haría en un 13%, Chile un 7,9% y Colombia un 5,6%.
El parón de las actividades económicas llevaría, según la Cepal, a la tasa de desempleo al 13,5%, lo que implicaría un aumento del 5,4% comparado con 2019, y elevaría el número de personas sin trabajo hasta 44,1 millones, un incremento de cerca de 18 millones con respecto al año anterior.
Según Bárcena, las cifras son significativamente mayores que las observadas durante la crisis financiera mundial, cuando la tasa de desocupación se incrementó del 6% en 2008 al 7,3% en 2009. La tasa de pobreza aumentaría este año hasta el 37,3%, con lo que el número de pobres pasaría de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones este año, mientras que la pobreza extrema se incrementaría en 28,5 millones este año y tendría un impacto especial en las mujeres.
Y en Quito las autoridades creen que la única solución a la crisis sanitaria y económica es el confinamiento. Con eso, desde su criterio, el virus se irá. Nadie sabe a dónde, pero se irá. No se ha conocido ninguna otra política para mitigar la propagación del coronavirus, solo el encierro y la asfixia económica.