Icono del sitio Dialoguemos

¿Qué piden los ciudadanos durante y para después del COVID-19?

Tiempo de lectura: 2 minutos

Parecería un Perogrullo mencionar las demandas de los ciudadanos en estos momentos, es obvio que requieren, entre otros elementos, transparencia y verdad en los mensajes, liderazgo auténtico en sus autoridades y que los habitantes de cada barrio, de cada hogar cumplan de la mejor forma con las precauciones sanitarias.

Las causas y los responsables directos de la crisis se identificarán después, ahora corresponde buscar las formas, acciones y compromisos para menguar los impactos negativos de la pandemia. La solución está en manos de todos porque desde los comportamientos mínimos hasta las grandes acciones afectarán al entorno.

Está pandemia, mencionaba el P. Jesús Fernández Hernández, Superior de las Misioneras y los Misioneros Identes, en la homilía de Domingo de Resurrección de 2020, recuerda la necesidad de compañía, de estar juntos ya que el hombre es un ser en relación con los demás.

Una rápida revisión de los titulares de las columnas de opinión publicadas durante la crisis, en los diarios relevantes de Iberoamérica, muestra que algunas de las palabras más destacadas son cambio, confinamiento, distanciamiento, estrategia, leyes, miseria, solidaridad, tiempo y vulnerabilidad, es decir los temas de salud, economía y política permanecen en la agenda mediática, parece que aún resta para que los intereses de los gobiernos giren hacia un enfoque de valores ciudadanos, donde juntos dirigentes y dirigidos ubiquen y construyan un mundo diferente a partir de hoy.

En esta convergencia valdría recuperar las propuestas que filósofos como Adela Cortina y Jesús Conill han mantenido, por ejemplo, los valores de la ética cívica: libertad, igualdad, solidaridad, respecto activo y diálogo, en éstos estarían las claves del futuro.

Desde la administración de los recursos, en una crisis mundial sin precedentes, y en la misma línea de civismo podría abrirse un debate para que los sistemas financieros tomen en serio la economía ética, que según Conill (2017), implica

Una ética de la responsabilidad o, mejor, de la corresponsabilidad, orientada por la justicia, el cuidado y la solidaridad: no sólo personal, sino social e institucional; no sólo del desinterés, sino capaz de cribar y orientar el complicado mundo de los intereses; no sólo basada en convicciones y principios, sino atenta a las consecuencias, a los peligros y los riesgos de las acciones y decisiones en el ejercicio del creciente poder interventor en la naturaleza y en la sociedad Conill (2017)

Por lo dicho, las interrogantes que surgen en varios niveles ya habría sido anticipadas, las repuestas están en una toma de conciencia que permita comprender que solo juntos se llegará a las soluciones, no habría otro camino.

Bibliografía

 

Salir de la versión móvil