El precio del petróleo WTI cerró la semana con una subida del 5%, hasta los $24,74 el barril tras una jornada de optimismo por el avance en las medidas de reapertura económica y desescalada por la pandemia del Covid-19 y los recortes en la producción de las principales petroleras estadounidenses.
El barril de referencia en Estados Unidos y también del Ecuador subió esta semana un 19%, aupado por el cierre de pozos y plataformas de productores estadounidenses para reequilibrar los mercados y por un ligero repunte en la demanda que, según los expertos, es síntoma de que lo peor de la crisis sanitaria ya ha pasado y el mercado está listo para dejar atrás el exceso de oferta que ha acusado en los últimos meses.
Las principales empresas petroleras de Estados Unidos están operando a niveles similares a los de la pasada década, antes de que se produjese la llamada revolución del esquisto que llegó a situar al país como el principal productor del mundo, aumentando su extracción en menos de diez años cerca de un 60%.
Pero el contexto de baja demanda y sobreproducción ha obligado a reducir el bombeo a compañías como Chevron, ExxonMobil y ConocoPhillips, un recorte que coincide en el tiempo con el histórico ajuste acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, en vigor desde el 1 de mayo, y que puso fin a la guerra de precios protagonizada por Arabia Saudí y Rusia durante el mes de marzo.
La falta de espacio para el acopio de los barriles fue uno de los principales motivos que llevó al WTI por primera vez en su historia a cotizar en negativo en el último día de los contratos del pasado mes.