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Compromiso ciudadano

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En la década de los 20 de este siglo XXI, los resultados para reducir la pobreza y la pobreza extrema no son alentadores. El Covid-19 la ha profundizado aumentando a niveles alarmantes. Es decir, lo que las sociedades en todo el mundo han implementado para controlar y disminuir la pobreza, ha sido infructuoso por no decir superficial. Tanto así que, ante la primera pandemia de salud, es evidente el empeoramiento del bienestar y de la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano: salud, vivienda, educación y alimentos. En términos generales todo lo invertido, antes de la pandemia, en las poblaciones vulnerables no tuvo éxito. Al mismo tiempo, el mundo es testigo de resurgimientos de la nueva clase de potentados económicamente gracias a sus “aprovechamientos” de las oportunidades, sobre la base de falta de ética y compromiso con la sociedad y el uso conservacionista de los recursos escasos.

El obstruccionismo político y la corrupción generalizada, en Ecuador, van tomados de la mano arrasando con lo poco o mucho que se logra en beneficio de los más vulnerables.

Debemos cambiar el paradigma. Hay que cambiar en forma radical, los recursos públicos mal utilizados nunca se recuperan y lo invertido se ha convertido en un gasto ineficiente que no logra resolver las dificultades de los vulnerables.

Son muy pocos los casos a nivel mundial de gobiernos comprometidos seriamente con el desarrollo humano y de esta manera reducir la corrupción y recuperar los recursos mal habidos por los funcionarios públicos y privados intocables por un sistema gestionado políticamente. Sin embargo, en otras sociedades, como nuestro país desde de que tenemos una verdadera Fiscal en funciones, las investigaciones y detección de las anomalías se logran, la justicia también alcanza a establecer las sentencias, aunque dilatadas y sobre los “tontos” que se quedaron, pero la recuperación de lo mal habido no llega. Esos recursos están aparentemente a buen recaudo de los delincuentes hasta que salgan en libertad y lo puedan hecha su mano, en tanto la sociedad en su conjunto no recupera sino muy poco.

En la actualidad es mucho más común el uso de tecnologías modernas y todo lo que genera el desarrollo y aplicación tecnológica, pero también es igualmente común que las personas le ponen mucho más gana y pasión a resolver problemas y construir soluciones. Estas dos variables son consideradas constantes en el esquema actual; así mismo es conocido que los valores y las ideas han cambiado el mundo y por tanto son variables del mismo esquema. Al juntar las cuatro (constantes y variables) el esquema de cómo se hacen las cosas hoy en día nos permitirá usando la tecnología, trabajar colaborativamente, ahorrar recursos y encontrar soluciones sostenibles.

El crecimiento de una sociedad ya no radica solamente en la capacidad de generar conocimiento, riqueza, sustentabilidad y seguridad para la acción efectiva de los agentes económicos sociales y políticos; sino también, en la capacidad de comprender las razones y causas de la obstrucción política, la corrupción y los incentivos para no recuperar los recursos. Por tanto, debemos comprometernos para trabajar de forma colaborativa y construir juntos las oportunidades de bienestar que generarían una estabilidad y prosperidad sostenible. La forma creativa de juntar las intenciones (valores, ideas, pasión y tecnología) es la fuerza de la innovación transformada en efectividad. Pasa por tanto por la predisposición de ser corresponsables del nuevo orden económico, social y político, para generar actividades de acción efectivas y sostenibles pues solo con el compromiso de todos se producirán resultados sustentables. Así construimos un entorno positivo para la actividad efectiva para controlar la corrupción y la participación responsable con el uso apropiado de los recursos naturales, humanos, financieros y tecnológicos.

La innovación logra, en un proceso continuo y sistemático, consolidar los cimientos para nuevas sociedades. Al mismo tiempo, se ha convertido en un proceso multidisciplinario, interactivo con incorporación de ventajas colaborativas a través de redes de investigadores, aplicadores, empresarios y consumidores, dispuestos siempre a obtener resultados que mejoren la calidad de vida de la gente y de la sociedad en general.

Partiendo de este paradigma, las entidades de control, la administración de justicia, y la gestión de la sentencia definitiva, con inversiones adecuadas en tecnología, recursos humanos responsables y espacios para el apoyo ciudadano abrirían más oportunidades para identificar, determinar responsabilidades, enjuiciar, sancionar, hacer cumplir la sentencia y recuperar los valores mal habidos. La sociedad en su conjunto lucharía contra las fuerzas obscuras de la corrupción, la ineficiencia en la gestión de la sanción, y por el contrario podría sentar las raíces para una sociedad más justa, que viva en paz, edificando su desarrollo humano.

Los grupos organizados que trabajan en equipos eficientes son mucho más efectivos si todos comparten los principios, respetan a ley, son comprometidos con la ética y le ponen pasión a sus acciones. Para ello necesitan un respaldo institucional nacional e internacional que soporte técnica, financiera y políticamente sus labores, sus metas, sus logros y sus necesidades de ajuste y reajuste.

Este grupo organizado, no debe ser un partido o movimiento político, debe ser una organización por principios por verdades, cuyo objetivo sea hacer respetar la participación de la sociedad, de la comunidad, de los individuos que no tienen voz con los políticos. No utilizaría por ningún motivo, la violencia ni la provocaría. Sus armas fundamentales serían la información confirmada, la presencia pacífica, la perseverancia para conseguir que los procesos se cumplan con eficiencia y eficacia, es decir con oportunidad y costo reducido.

Sería un grupo de ciudadanos “COMPROMISO CIUDADANO” dedicado a apoyar a los entes de control, la justicia y la gestión de la sanción y la recuperación de los recursos mal usados. Los principios son el conjunto de valores, creencias, normas, que orientan y regulan la vida de la organización.

Como Compromiso Ciudadano, el movimiento no político tendría como metas luchar por la libertad, la justicia social, la igualdad, la paz, la honestidad y la solidaridad en nuestro país. Su meta, un país en paz, en el que puedan realizarse estos valores fundamentales, en el que cada individuo pueda vivir una vida plena desarrollando su personalidad y sus capacidades, y en el que los derechos humanos y civiles estén amparados en el marco de una sociedad democrática.

En Compromiso Ciudadano, se entendería la Democracia como gobierno legítimo de las mayorías, con pleno respeto de las minorías, de las libertades y de los derechos individuales, sin exclusiones, sin segregaciones, sin marginamientos, sin discriminados por su condición económica, social, religiosa, cultural, étnica o de género.

La ética incluiría como valores y principios los siguientes:

La Justicia Social: es el fin de toda discriminación contra los individuos y la igualdad de derechos y oportunidades. Los ciudadanos deben sentir la protección del Estado en: educación; equiparación de títulos académicos, así como de la experiencia y la educación; el trabajo; malas prácticas organizacionales públicas y privadas contra el trabajador y la justicia.

La Igualdad: Que no se define como una imposible uniformidad o identidad de todos los seres humanos, sino como principio que reconoce las diferencias y al mismo tiempo sostiene que ellas no pueden ser soporte para ningún tipo de discriminaciones.

La Libertad: Como plena autonomía de la voluntad del individuo, como derecho que tienen los seres humanos a hacer todo cuanto esté lícitamente permitido y todo cuanto no esté explícitamente prohibido.

La Solidaridad: Como virtud humana y democrática que se expresa en la concurrencia y cooperación entre los seres humanos, en la contribución de sus aptitudes y potencialidades, en la aportación recíproca de esfuerzos y voluntades tanto para lograr fines individuales y sociales como para superar sus dificultades.

La Honestidad: La promoción, exigencia y salvaguarda de nuestras actuaciones individuales y colectivas dentro o fuera de la organización caracterizadas por la ética, probidad, rectitud, honradez y transparencia. Honestidad como comportamiento honorable individual y social, en la comunidad y en el Estado, en la actividad privada y en la función pública.

La Paz: Como expresión plena de la convivencia de la sociedad sin provocaciones ni reacciones que puedan llevar al cometimiento de actos de violencia. El diálogo como primera instancia, los acuerdos entre las partes, como segunda, y el acatamiento de las resoluciones como tercero.

Las personas que deseen ser parte de esta organización deben tener un título de tercer nivel o al menos estar cursando una carrera universitaria a ser completada en un tiempo prudencial, demostrar con medios verificables su aporte social al bienestar de la comunidad, vale el título pero también el trabajo social y experiencia. Es indispensable no estar inmerso en ninguna de las restricciones legales para trabajar honestamente, no estar impedido de los derechos de ciudadanía, ni haber sido sancionado por la justicia de ninguna manera.

Bienvenidos a COMPROMISO CIUDADANO

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