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Turismo virtual: docente de la UASB es finalista en festival internacional

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En picado, la cámara sube desde el centro, mostrando la totalidad. Es la Plaza Grande vista de forma perpendicular, como seguramente la miran las aves que cruzan por Quito. Es el centro en el Centro.

Con esta imagen introductoria, Pablo Escandón, profesor del Área de Comunicación de la Universidad Andina Simón Bolívar, presenta Quito el otro turismo. Se trata de una webdoc, producto de una investigación académica financiada por la Universidad, que acaba de ser elegida como finalista en el Festival Internacional de nuevas narrativas de no ficción –Finnof-.

Finnof entregará los premios el 24 de abril, en el marco del duodécimo Foro Internacional de Periodismo Digital y séptimo Encuentro Internacional de Narrativas Transmedia. Se premiarán proyectos comprendidos en las categorías webdoc, serie web, transmedia, realidad virtual y podcast.

Pablo Escandón está entre los cuatro seleccionados en la categoría de webdoc, categoría que comparte con dos proyectos mexicanos y uno colombiano.

Quito el otro turismo nace de su interés por el arte patrimonial de Quito, que le llevó a concebir un espacio virtual para recorrer la ciudad y sus obras artísticas. De esta manera, opta por el formato de webdoc, es decir, un documental construido sobre una web, y a partir de fragmentos que permiten realizar recorridos indistintamente, sin una linealidad narrativa.

Escandón propone una visita a Quito, al estilo narrativo de Rayuela o de Las  ciudades invisibles. “Tienes varios hipervínculos. En un video puedes ir saltándote con puntos en el video. Hay otro elemento donde también puedes ver una sucesión de fotografías sobre la ciudad, y una reflexión sobre la ciudad”.

Al ingresar al portal, el viajero se encontrará con algunas rutas, distintas a las que ofrecen las agencias de viajes convencionales. La ciudad como museo es un video dedicado a contar acerca de la Virgen de Legarda y sus varias versiones. Con la guía del propio Escandón, se puede mirar el video completo, o saltar en los puntos permitidos, siendo la persona la que elige la ruta.

Recorrido a la deriva “plantea pensar a la ciudad como escenario. El mapeo del espacio público permite que la gente se conecte con las historias que giran alrededor de la ciudad y que cada punto transitado tiene mucho que contarnos”. De esta manera, en la segunda parte, el viajero es invitado a participar en un juego, como una suerte de gincana: “se trabaja en un algoritmo de visita a un espacio. Entonces, hacemos una visita adentro, diciéndole al usuario recorrimos la ciudad a partir de estas coordinadas. Estamos en el centro de la Plaza Grande, y mira hacia el Sur o hacia el Norte. Camina hasta que mires una cruz, gira a la derecha,  busca la siguiente plaza”, explica Escandón.

Rutas patrimoniales propone tres recorridos: Ruta Taikeff, Ruta Durini y Ruta Égüez. La primera visita es a las esculturas de Howard Taikeff. San Agustín visto desde sus propios pies o manos, en 360 grados; Jaime Hurtado, desde sus pisadas, hasta el cielo; y Jorge Salvador Lara, en los exteriores de La Circaciana. Todas son fotografías en 360 grados, desde un ángulo no habitual.

La segunda ruta recorre las edificaciones del Antiguo Círculo Militar y el Museo Numismático, mostrando detalles de cada espacio.

Se trata de una invitación de inmersión: “te da la posibilidad de que al usuario le metas en ese espacio desde una perspectiva diferente, que nunca la va a ver, porque siempre estás al frente o al mismo nivel, o a niveles distintos. Esto es ponerle el punto de vista en otro lado, para que se meta por ahí y vea desde esa perspectiva el espacio urbano. Ahí viene el tema de cómo las tecnologías o la comunicación digital te ayudan para la inmersividad pueda ser representada con uso de tecnología”, explica Escandón.

El proyecto –explica – es parte de una investigación sobre cómo se comportan las comunidades de temas patrimoniales y culturales en Facebook, particularmente de dos: Quito, de aldea a ciudad; y los ladrillos de Quito.

Con este punto de partida, Pablo Escandón pensó la propuesta: “una forma de visitar Quito, pero de manera virtual. Pero no con una lógica de manejar los mismos sitios que tienen las agencias de viajes o los gestores culturales. Porque esos son espacios que ya están copados”.

El portal invita a los viajeros virtuales a proponer nuevas rutas, para ampliar los recorridos y formatos.

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