Una de las medidas adoptadas en la mayor parte del mundo para evitar más contagios por el Covid-19 es la cuarentena. En este periodo de aislamiento en el que se recomienda no salir y quedarse en casa se podría generar un problema en especial en las zonas urbanas con edificios con muchos departamentos por piso, porque salir al corredor y tomar el ascensor pueden suponer espacios contaminados. Esto impide que muchas personas tomen los recomendados baños de sol y no obtengan los beneficios que proporciona, entre ellos la síntesis de vitamina D.
El Ecuador por su ubicación geográfica cuenta con sol los 12 meses del año, a diferencia de los países que poseen las cuatro estaciones. Ello supondría que el déficit de vitamina D, debería ser escaso. Sin embargo, antes de la cuarentena ya se constató, en una investigación realizada en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), un déficit sobre todo en la población laboral, porque los horarios de trabajo son complicados y un gran número de personas inician su jornada cuando todavía no ha salido el sol y terminan cuando ya se ocultó. A ello se suma que cubren el cuerpo con ropa de manga larga evitando que la luz solar estimule la síntesis de la Vit D en la piel.
Tomar el sol por unos 30 minutos, de 08:00 a 10:00 y de 16:00 a 18:00, cuando el sol es menos intenso es lo indicado. Pero debido a este confinamiento también se lo podría hacer en otros horarios por alrededor de 15 minutos, sin tener una exposición continua, para no ir en contra de la campaña contra el cáncer de piel.
La vitamina D es una sustancia de tipo liposolubles lo cual significa que necesita de la presencia de grasas para su absorción cuando se lo ingiere por vía oral como suplemento y las dosis excesivas pueden producir toxicidad.
Permite que el calcio que ingerido con la alimentación sea absorbido por el intestino y depositado (almacenado) en los huesos, de esa manera los endurece para que puedan sostener la estructura del esqueleto. En los últimos 10 años se ha identificado además que la vitamina D participa la actividad inmunológica, es decir trabaja en conjunto con el sistema de defensa del cuerpo. Por ello, la deficiencia de la Vitamina D puede afectar de alguna manera el sistema inmunológico. Por ello, es importante mantener los valores de esta vitamina en rangos normales mediante a exposición periódica al sol.
En el cuerpo humano ninguna función está suelta y cuando son funciones vitales como la salud del hueso o el mantener el equilibrio del sistema de defensa, las dosis que se requieren las regula el cuerpo en función de los aportes del medio externo: el sol (por los rayos UV) y de los alimentos. Si se recibe una mayor cantidad de sol de la que se necesaria, no se sintetizará más vitamina D, sino solamente la cantidad requerida. Si se ingiere un suplemento con una mega dosis de esta vitamina por ser liposoluble se puede depositar en la grasa corporal y producir intoxicación además de alterar el equilibrio hormonal del cuerpo.. De tal forma que pretender auto-medicarse consumiendo mega dosis puede ser riesgoso para la salud.
La vitamina D se puede obtener a través de la dieta, aunque lo que absorbe a través de los alimentos es poco: entre un 10% y un 15% de la cantidad necesaria. La razón es que hay pocos alimentos ricos en vitamina D: el aceite de bacalao (que prácticamente nadie toma por su desagradable sabor), los pescados azules como el bacalao y salmón, los lácteos y los huevos que también contienen poca vitamina D. De hecho, casi toda la vitamina D que se necesita, la sintetiza el propio cuerpo humano en la piel, al exponerse al sol.
La suplementación de Vitamina D debe ser valorada por un médico, por ejemplo una mujer en etapa menopáusica que se encuentra en osteoporosis. Hay quienes piensan que es preferible que falte a que sobre, y se toman dos pastillas en lugar de una, pero al ser una vitamina liposoluble en altas concentraciones puede ocasionar toxicidad, porque el cuerpo se demora en eliminarla del organismo.
El sistema inmunológico no sólo necesitas vitaminas para construir su estructura de defensa, sino también minerales.
Para mantener el organismo fuerte y sobrellevar esta cuarentena es necesaria una dieta equilibrada con alimentos ricos en proteínas (como pescado, carne o pollo), que aportan esta vitamina y otros elementos que necesita el sistema inmunológico cómo los minerales.
En esta cuarentena se pueden consumir porciones más pequeñas acompañadas de una porción de almidones como el arroz, la papa, el verde o la yuca. Agregar una porción de frijoles y de leguminosas, además de vegetales en ensaladas frescas porque también contienen diversas vitaminas y minerales imprescindibles para el sistema inmunológico. Es preferible consumirlas crudas o que su cocción sea muy corta, para aprovechar todos sus nutrientes.
Los minerales y vitaminas solubles en agua, que ingresan por la alimentación y el cuerpo no necesita serán eliminados por la vía digestiva, para que no se conviertan en sobrecarga. Pero si nuestros hábitos alimentarios son inadecuados y se los mejora, se puede conseguir, a menos costo económico, más concentraciones de todos los nutrientes que el cuerpo requiere, sin necesidad de suplementos adicionales.