“La muerte es inevitable para todos”, había advertido este sábado en una red social Jakraphanth Thomma, un soldado tailandés de 32 años. Horas después, dejaba constancia de la macabra intención de sus palabras: el joven mataba a tiros a su superior en una base militar a las afueras de Nakhon Ratchasima, una ciudad al este de Tailandia, robaba munición, armas y un vehículo militar y se disponía a disparar de forma indiscriminada por la urbe.
El soldado tailandés abrió fuego este sábado en un centro comercial en la ciudad de Nakhon Ratchasima y dejó como resultado, hasta el momento, 17 fallecidos y al menos una decena de heridos.
Las autoridades alertaron a los hospitales cercanos y pidieron donaciones de sangre. El ministro de Salud Pública, Anutin Charnvirakul, dijo en Facebook que un médico recibió un disparo mientras ayudaba a una persona lesionada. Tampoco estaba claro si el pistolero había tomado rehenes dentro del centro comercial Terminal 21 o cuántas personas podrían estar dentro aún.
Jakraphanth Thomma ha entrado en la lista de personas más buscadas de Tailandia. “Este hombre utiliza una o varias armas y ha matado y herido a mucha gente”, ha advertido la División de Supresión de Crímenes del país asiático en su cuenta de Twitter. Las autoridades tailandesas han cercado el centro comercial donde se encuentra, Terminal 21, y han establecido un perímetro de seguridad de dos kilómetros a su alrededor.
El asesino parecía estar armado con un rifle de asalto, según un video de una cámara de seguridad transmitido por la televisora Thai Rath. La televisora dijo que el ataque comenzó alrededor de las 3:30 de la tarde.
Un policía de Nakhon Ratchasima dijo vía telefónica que el soldado mató inicialmente a otro soldado y a una mujer e hirió a otra persona, aparentemente en una disputa por tierras. Las fuentes policiales dijeron que el hombre tomó el arma de su base y fue en auto al centro comercial Terminal 21, disparando por el camino. Varios medios tailandeses informaron que viajaba en un vehículo militar.
El vocero del ministerio de Defensa, teniente general Kongcheep Tantrawanich, identificó al sospechoso como el sargento Jakrapanth Thomma.
El hombre que se creía que era el atacante publicó actualizaciones en su página de Facebook durante el tiroteo, con mensajes que incluían “Nadie puede escapar de la muerte” y “¿Debería rendirme?”. En una publicación posterior escribió: “Ya me detuve”.
En un video, que más tarde fue eliminado, Thomma, con un casco del ejército, grababa desde el vehículo y decía: “Estoy cansado […] ya no puedo ni apretar con el dedo”, haciendo gestos con el dedo, como si apretara un gatillo. También se publicaron fotos de un hombre con un pasamontañas y blandiendo una pistola.
El Ejército ha pedido a los medios de comunicación que no informen en directo sobre la operación para evitar dar pistas al soldado sobre sus planes. Un silencio que contrasta especialmente con la sórdida publicidad que se había dado antes el propio Jakraphanth: el militar fue retransmitiendo sus actos en directo a través de Facebook Live, cuya cuenta fue desactivada después por la red social.
“El agresor usó una metralleta para disparar contra víctimas inocentes. Muchas de ellas murieron o resultaron heridas”, explicó un portavoz de la policía, Krissana Pattanacharoen. El Ministerio de Defensa indicó que las fuerzas de seguridad acordonaron el centro comercial Terminal 21, donde se declaró un incendio, y que el atacante estaba huido.