Lula da Silva dejó este viernes la prisión en la que pasó más de un año después de que un juez ordenase horas antes su liberación. El expresidente de Brasil, que llevaba 19 meses encarcelado por corrupción y al que la justicia impidió concurrir a las últimas elecciones, volvió a pisar la calle. La decisión del magistrado llega un día después de que el Tribunal Supremo decidiera por la mínima, seis a cinco, revocar un criterio establecido hace tres años —y crucial en las investigaciones de Lava Jato—, de modo que ahora los condenados solo entrarán en prisión cuando la sentencia sea firme, no tras la condena en segunda instancia.
“Queridos compañeros y queridos compañeras, ustedes no tienen dimensión del significado que tiene para mi estar junto con ustedes”, dijo un emocionado Lula a los seguidores que lo esperaban desde hacía horas frente a la sede de la policía Federal en Curitiba.
“Conversé la vida entera con el pueblo brasileño. Durante 580 días ustedes gritaron buen día buena tardes buenas noches Lula”, agregó el ex mandatario, al pisar la calle luego de sus 19 meses de prisión. “Ustedes eran el alimento de la democracia”, dijo.
El juez federal Danilo Pereira aceptó el recurso de los abogados del expresidente y autorizó que Lula dejara la prisión. Tras abandonar el centro de detención el expresidente ha ofrecido un discurso sobre un escenario montado momentos antes frente al edificio por el que ha salido en libertad. Se espera que después vaya a su casa en la ciudad de Sao Bernardo, en São Paulo, este mismo fin de semana para estar con su familia.
Lula se encontraba entre rejas desde el 7 de abril de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a manera de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
Lula pasó 580 días preso, condenado en dos instancias por los delitos de corrupción y lavado de dinero.
El actual mandatario, Jair Bolsonaro, no ha hecho por el momento ningún comentario sobre la liberación de Lula. La única referencia indirecta que ha realizado es alabar los logros en el combate anticorrupción de su ministro de Justicia, Sérgio Moro, el primer juez que condenó a Lula, su gran rival político.