¿Quiénes son los canallas? ¿Es posible una diplomacia con los canallas? Son dos visiones sobre los últimos hechos ocurridos en la región en donde Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, conocidos por expulsar a millones de sus compatriotas a un obligado exilio; por derivar una próspera economía en una crisis humanitaria sin precedentes; por intentar convertir a otros canallas de su mismo fuste en héroes; por intentar transformar sus miserias en virtudes…; conocidos por todo eso y más intentaron convertir una brisita en un huracán.
Huracán fue la brusca transformación de las sociedades latinoamericanas en una especie de esclavas de un sistema donde la constructora brasileña Odebrecht halló tierra fértil para montar su multinacional de los sobornos. Nadie lo presintió siquiera. Al Capone y Pablo Escobar parecían ficciones.
Huracán fue la la toma de todas las funciones del Estado, con la figura de la Asamblea Constituyente, a merced de una persona. Supieron aprovechar las debilidades de la democracia para después sepultarla.
Nicolás Maduro no tiene bigotes mágicos, ni Diosdado Cabello cuenta con el don de convertir brisitas en huracanes. Solo tienen dinero que no es suyo; dinero con el que intentan reeditar una Cuba castrista; dinero para financiar medios o tecnócratas encargados de alimentar la red de noticias falsas.