“En la década anterior a mi Gobierno el gasto público sobrepasó los $305 mil millones, y en esa cantidad, cercano a los $210 mil millones, casi el 70% se dedicó a gasto corriente”, dijo el Presidente Lenín Moreno, en el marco de su visita a Roma, donde expuso ante la comunidad empresarial, académica y política sobre el proceso de reinstitucionalización democrática del Ecuador, la construcción económica y las oportunidades de inversión que ofrece el país.
“Desde que asumí el Gobierno y durante casi un año, llegaron a mi despacho noticias sobre numerosas deudas y obligaciones financieras que nunca fueron reportadas. Con información y datos parciales y sesgados, el gobierno anterior creó la ilusión de que el Ecuador tenía una economía sana, por años se promovió una imagen falsa de bonanza”, dijo.
Según el Presidente, del gobierno del exmandatario Rafael Correa le heredó más de 600 obras públicas paralizadas por graves problemas financieros, técnicos y legales. “Muchas escuelas, hospitales, carreteras, infraestructuras para seguridad y producción no tenían equipamiento, ni personas que los utilicen”, dijo.
El valor de esas obras inconclusas, según el Presidente, pasó de más de $2 mil millones a casi $5 mil millones. “A todo ello, se sumó el dominio de un poder autoritario sobre todas las funciones del Estado que impidió controlar el uso de los recursos públicos”, dijo.
El Presidente también aseguró que durante el mandato de Correa, el país vivió un período de frecuentes atropellos a los derechos de información y de libre expresión política, intolerancia a la crítica e irrespeto a los derechos humanos. “Ecuador aprendió así una dura lección: todo aquel que pretende perpetuarse en el poder, termina actuando a nombre de intereses particulares que enriquecen a pocas personas a costa de los recursos públicos”, dijo.