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Campanella: El humor y la comedia están basados en la transgresión, en reírse de las vacas sagradas

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Europa Press

El director de cine argentino Juan José Campanella estrena este viernes 12 de julio en los cines españoles El cuento de las comadrejas, una comedia negra que rinde homenaje al cine con un reparto protagonizado por Óscar Martínez, Graciela Borges, Luis Brandoni, Marcos Mundstock (Les Luthiers) y la española Clara Lago.

“El humor y la comedia está basado en la transgresión, en reírse de las vacas sagradas, y cada día más no están diciendo las cosas de las que nos podemos reír, y nos van dejando muy poquito. Dentro de poco solo nos vamos a poder reír de alguien que se cae pisando una banana”, ha lamentado el cineasta.

En opinión del director de El secreto de sus ojos y El hijo de la novia, la respuesta que ha tenido hasta ahora El cuento de la comadreja, que termina con aplausos”, se debe a que se ríe precisamente de lo que el cine no se suele reír, algo por lo que Campanella cree que “hay que luchar un poquito”.

En esta cinta, una adaptación de la película Los muchachos de antes no usaban arsénico, de José Martínez Suárez y Augusto Giustuzzi, el cineasta argentino sube a escena a un grupo de amigos veteranos que viven juntos desde hace años en una mansión: una gran dama de la época dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un guionista cinematográfico frustrado y un viejo director. Su paz se ve perturbada por dos jóvenes que llegan con ganas de cambiar su bienestar.

La cinta está trufada de principio a fin de diálogos ingeniosos y comentarios mordaces, algo que Campanella echa “muchísimo” de menos en el cine y a lo que rinde homenaje. “Los diálogos ingeniosos empezaron a desaparecer a finales de los 80 y principios de los 90. Eso es lo que más caracteriza al cine de antes, en las que uno iba a reírse del diálogo, no necesariamente de actuaciones payasescas”, ha dicho.

Campanella define esta película como un “juego de gatos y ratones”, un “juego de ingenio” o un “partido de ajedrez” con “varias lecturas”, entre las que se encuentran un claro “homenaje al cine”, la lucha entre el “pragmatismo” y el “romanticismo”, las “nuevas definiciones del poder”, la pregunta acerca de “si la experiencia vale más que la energía” o “hasta cuándo uno puede reinventarse y redefinir su vida”. No obstante, por encima de todo, “lo principal es pasarlo bien”, ha apostillado.

Preguntado sobre el lugar que va a ocupar la ficción, en plena pugna entre cine, televisión y plataformas, Campanella cree que hoy se vive una “etapa de transición” en la que está “por verse” en qué queda “la batalla entre la nueva televisión y el cine”. Lo que sí tiene claro es que “la ficción en la televisión de aire con cortes comerciales” va a ser “una baja”

“Lamento que en este momento mucha gente esté dejando al cine para el gran espectáculo cuando ir al cine también es muy importante para las grandes emociones. Me río a carcajadas con 200 personas más que en casa con la televisión, donde tienen que poner risas enlatadas para avisarme de cuándo viene el chiste”, ha dicho.

CLARA LAGO, SEGUNDO PAPEL CON ACENTO ARGENTINO

La actriz Clara Lago afronta su segunda película con acento argentino, tras la película Al final del túnel, de Rodrigo Grande. Según ha señalado, es una “dificultad añadida” a la interpretación, porque los matices para conseguir ser creíble es “difícil de diferenciar”. “Una parte de tu cerebro está pendiente del acento”, ha dicho.

La actriz interpreta a una mujer soberbia y dispuesta a ganar, que encarna la “ambición” sin límites, “con cierta frialdad, manipuladora y calculadora, con los objetivos claros y la determinación de conseguir lo que se propone, cueste lo que cueste”, ha señalado.

“Su norma es que solo gana el más fuerte, algo con lo que no estoy de acuerdo”, ha indicado respecto a este personaje la actriz, quien se declara admiradora de Campanella y feliz de haberse rodeado de un reparto “tan especial”. Sin embargo, afirma que el pulso que se ve en la película entre la experiencia y la juventud no se ha vivido en el rodaje. “Llevo trabajando en esto desde los diez años, estoy acostumbrada a interactuar con gente de todas las edades”, ha dicho.

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