Europa Press
El autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, pidió a sus simpatizantes que vuelvan a tomar las calles el viernes, el último día de la visita al país de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
“Vamos a la calle (…) para visibilizar los males y exigir soluciones”, ha dicho en una rueda de prensa celebrada en el marco de la presentación del Plan País Agropecuario en la Universidad Metropolitana de Caracas, según informa el diario venezolano El Nacional.
Guaidó ha dado así su apoyo a las diversas organizaciones de la sociedad civil y asociación estudiantiles que habían llamado a iniciar un nuevo ciclo de protestas este mismo viernes.
Los organizadores han pedido a los venezolanos que se concentren a las 10:00 (hora local) frente a la sede en Caracas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para “alzar la voz por quienes no pueden alzarla”. “Nos levantamos para exigir respeto a nuestros Derechos Humanos”, ha dicho la ONG Sinergia.
Bachelet llegó este miércoles a Venezuela en una visita que la oposición había reclamado de forma reiterada y que finalmente ha sido posible por invitación del Gobierno de Nicolás Maduro. La ex presidenta chilena tiene previsto reunirse con las dos partes, así como con otros actores de la crisis política y humanitaria que sufre el país.
Guaidó ha avanzado que se verá con Bachelet el viernes. “De cara a nuestra conversación, no aguantamos más diagnósticos”, ha advertido. “Esto es un problema estructural y hay que darle una solución al conflicto”, ha reclamado el líder opositor.
CRISIS EN VENEZUELA
La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la “usurpación”, crear un gobierno de transición y celebrar “elecciones libres”. Ha sido reconocido por Estados Unidos, numerosos países latinoamericanos, así como varios europeos, entre ellos España.
Entretanto, más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años a causa de la crisis humanitaria que sufre la nación caribeña. La ONU advierte de que, si la tendencia continúa, a final de 2019 podrían sumar más de cinco millones.
Guaidó ha indicado que explora abiertas distintas vías para zanjar la crisis, entre ellas las protestas en las calles y la diplomacia, plasmada en el reconocimiento internacional y en los contactos exploratorios entre oposición y Gobierno y Noruega. También ha mantenido viva la posibilidad de una intervención militar.
Respecto a esto último, a lo largo de estos meses Guaidó y algunos de sus colaboradores han invocado el llamado principio de intervención humanitaria, que permitiría un despliegue militar en Venezuela bajo el paraguas de la ONU. Aunque hay precedentes, no es una cuestión pacífica entre los estados miembro.