“Es una flota depredadora de los mares, un grupo de buques pesqueros chinos; hemos conformado fuerzas de tarea compuestas por corbetas misileras, buques auxiliares, submarinos, lanchas guardacostas, aeronaves de ala fija y ala rotatoria y componentes de la Infantería de Marina”, dijo Darwin Jarrín Cisneros, comandante de la Armada, tras denunciar que la gigantesca flota pesquera conformada por 245 buques chinos depreda la fauna marina a dos millas de la zona de protección de Galápagos.
Jarrín aseguró que este año, durante los sobrevuelos, han detectado cómo las naves chinas se están abasteciendo de combustible a través de una embarcación ecuatoriana debido a que llevan varios meses en faenas de pesca, sin que sea posible impedirlo. Ni siquiera tienen potestad para sancionar al barco petrolero María del Carmen 4, ya que sus operaciones han sido apegadas a la ley y en aguas internacionales.
La zona en la que está instalada la flota atrae a las embarcaciones ya que desde marzo, abril y mayo, en este punto existe una gran afluencia de especies marinas, que llegan al archipiélago para poder alimentarse.
En el 2017, Ecuador capturó un buque chino con más de 6 toneladas de pesca entre tiburones y otras especies protegidas, en ese entonces la embarcación había ingresado a la Reserva de Galápagos.
Jarrín destacó la importancia de generar políticas para poder sancionar este tipo de acciones y contenerlas, por lo que presentará una propuesta a los países integrantes de convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho del mar, a través de la Cancillería, para crear nuevas normas y evitar la depredación del ecosistema marino.