El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía de Ecuador decrecerá en 0,5% en 2019, mientras que en el 2020 se tendrá un crecimiento del 0,2%, según consta en la carta de intención que suscribió con autoridades ecuatorianas y que le permiten al país obtener un financiamiento de $4.200 millones por los próximos tres años.
“Ecuador ha formulado un nuevo plan económico que tiene por objeto colocar la deuda en una firme trayectoria descendente, generar empleo, proteger a los pobres y a los grupos más vulnerables y apuntalar la lucha contra la corrupción”, apunta el multilateral.
Anna Ivanova, la economista principal para Ecuador en el FMI, aseguró que Ecuador ha gozado de una economía saludable que ha estado apoyada por el régimen de dolarización y un alto nivel de precios del petróleo. Pero la riqueza petrolera y la dolarización son espadas de doble filo. “Las políticas aplicadas por Ecuador en el último decenio no eran congruentes con el régimen de dolarización. Los aumentos salariales fueron superiores al crecimiento de la productividad y eso menoscabó la competitividad del país”, dijo.
El programa, que respalda el plan de prosperidad del gobierno, se asienta sobre cuatro pilares básicos, según la analista:
- Apuntalar los cimientos institucionales de la dolarización en Ecuador
- Promover la competitividad y crear empleo.
- Fomentar la prosperidad compartida y proteger a los pobres y los más vulnerables.
- Mejorar la transparencia y reforzar la lucha contra la corrupción.
Para mejorar la competitividad y la productividad de Ecuador, según la analista del FMI, se tendrá que recurrir a políticas que más bien permitan una devaluación interna. “Para hacer más atractivas las exportaciones de Ecuador será necesario contener el gasto público, concretamente mediante una optimización de la masa salarial. Por otro lado, aliviar la rigidez en los precios y los salarios podría facilitar el ajuste externo, y eso es algo que se puede lograr con políticas que eliminen las rigidices en los mercados del trabajo y de productos y en el sector financiero”, dijo.
Entre los planes para mejor el empleo formal en Ecuador estaría revisar el sistema tributario, eliminar obstáculos a la creación y operación de empresas, tomar medidas para incentivar la inversión privada, profundizar los mercados de capital, promover la apertura al comercio internacional y mejorar las condiciones para la participación de la mujer en el mercado laboral.
En cuanto a los programas sociales, Ecuador se había comprometido a incrementar el gasto en programas de asistencia social, como el Bono de Desarrollo Humano y el Bono Joaquín Gallegos Lara, y ampliar la cobertura de las pensiones no contributivas. Además de elaborar un registro social para focalizar mejor los programas sociales.
En el tema de la lucha contra la corrupción, las medidas a las que se habría comprometido Ecuador son las de adoptar leyes anticorrupción con la garantía de la independencia y el poder de las entidades policiales y judiciales, y mejorar el acceso a la información sobre las operaciones del gobierno. Además de publicar los estados financieros del Banco Central a medida que estén disponibles, conforme a las normas internacionales de información financiera.
El país también se comprometió a formular una evaluación del riesgo nacional del régimen de lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, estableciendo prioridades adecuadas frente a las amenazas y los incidentes relacionados con corrupción. Otro tema fue el adherirse a la Iniciativa para la transparencia de las industrias extractivas, lo cual ayudará a mejorar la transparencia en el sector petrolero.