El expresidente Rafael Correa tácitamente aceptó haber recibido dinero del Nicolás Maduro en las cuentas de su Instituto de Pensamiento Político y Económico Eloy Alfaro, una ONG sin supuestamente fines de lucro. Una ONG como las tantas que denostaba cuando tenía el poder de todas las funciones del Estado; cuando nada se hacía sin su visto bueno.
“El IPPE da servicios de consultorías, y lo hacemos muy bien. Si hay algo ilegal, que ponga una denuncia”, dijo Correa en respuesta a la denuncia del Presidente Lenín Moreno. Eso, en cierta forma, aclararía la participación de su exministro de Política Económica, Patricio Rivera; de su exministro de Finanzas, Fausto Herrera; de su exdirector de Aduana, Mauro Andino, y de su exsuperintendente de Control del Poder de Mercado, Pedro Páez en una reunión del 14 de junio de 2018, en Caracas.
La primera reunión de la Comisión Presidencial de Asesoría Económica del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, ahora se sabe, no fue gratis.
Según la denuncia del Presidente Moreno, en el mes de agosto de 2018 el instituto del pensamiento del expresidente Correa recibió una transferencia desde el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela por $281 mil, a la cuenta #11003001755 del Bancodesarrollo S.A., un banco privado de Ecuador. Ese dinero sirvió para los pagos a sus integrantes: A Rafael Correa, con transferencia a Bélgica por $84.800. Y en Ecuador, con $11.400, a su cuenta del Banco del Pacífico. A sus colaboradores: entre $34.000 y $6.000, a sus cuentas en diferentes bancos del Ecuador.
El que el expresidente diga que las consultorías las hizo muy bien puede estar en entredicho, pero lo que no podría quedar en entredicho es su reconocimiento al chavismo, a uno de sus financistas. De su lealtad a un proyecto inhumano, solo por mantener el flujo de recursos hacia las arcas de sus colaboradores más fieles.
Correa reconoció que sirvió y sirve como quinta columna de Nicolás Maduro en Ecuador. ¿Desde cuándo?
El expresidente ya no se escandaliza sobre la posibilidad de que hubiera recursos de fuera para financiar posibles boicots contra gobiernos constitucionalmente elegidos. Simplemente lo reconoce. Y son recursos de un país llevado prácticamente a la ruina por su mecenas. De un país cuyos ciudadanos debieron emigrar en masa porque simplemente no hallan medicinas, alimentos o servicios básicos.
El expresidente tácitamente reconoció la triangulación de recursos para operar contra el gobierno ecuatoriano porque se alejó del chavismo, un régimen al que sigue considerando humanitario y víctima de un complot del imperio. ¿De dónde iba a sacar los $40 millones que ofreció a cambió de que Estados Unidos dejara en paz a Maduro? ¿La triangulación por intermedio de su Instituto de Pensamiento tiene algo que ver con el modus operandi de Glory international en el caso de su exvicepresidente Jorge Glas?
El chavismo no solo habría financiado la campaña que hizo el expresidente a favor de sus candidatos a un Consejo de Participación Ciudadana inútil, una millonaria campaña llevada a cabo ¿con qué recursos?, sino que también habría financiado su campaña por el No en la consulta popular desde el instituto de su pensamiento que solo Maduro podría haber financiado. Hay una investigación de por medio ahí con su tesorero de campaña, porque es uso de fondos públicos de otro país en una campaña electoral.