“Rusia tiene que salir” de Venezuela, dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al recibir en la Casa Blanca a Fabiana Rosales, esposa de Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos y más de 50 países como presidente interino de Venezuela. “Ella ha pasado por algo muy duro”, dijo Trump al recibir en el Despacho Oval, junto a su hija Ivanka, a Rosales, quien minutos antes se había entrevistado también en la Casa Blanca con el vicepresidente, Mike Pence.
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia aumentaron durante el fin de semana cuando un avión de pasajeros ruso Ilyushin IL-62 y un avión de carga militar Antonov AN-124 llegaron al aeropuerto internacional en las afueras de Caracas el sábado. Moscú aseguró que los aviones con personal y equipos militares son parte de la “cooperación” con el gobierno de Nicolás Maduro.
Pence declaró que consideraba la llegada de aviones militares rusos a Venezuela como una “provocación inoportuna” y pidió al gobierno de Vladimir Putin dejar de respaldar al “dictador” Nicolás Maduro. “Pedimos a Rusia hoy que cese todo apoyo al régimen de Maduro”, dijo el vicepresidente.
Sputnik, un noticiero estatal ruso, citó a funcionarios de la embajada anónimos en Caracas para informar que las tropas y las 35 toneladas de carga bajo el mando del general Vasily Tonkoshkurov llegaron para “intercambiar consultas”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, llamo a su homologo ruso, Sergei Lavrov, el lunes para advertirle que Washington y sus aliados “no se quedaran de brazos cruzados, ya que Rusia exacerba las tensiones en Venezuela”, según un comunicado. Lavrov le dijo a Pompeo que Estados Unidos está fomentando un golpe de estado contra el gobierno de Maduro que viola la carta de las Naciones Unidas.