Matías Firpo, el único detenido por el ataque al micro de Boca que derivó en la suspensión de la Superfinal de la Copa Libertadores, fue liberado luego de firmar un acuerdo con la fiscal Adriana Bellavigna. En un juicio abreviado, reconoció su culpabilidad, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso y al cumplimiento de reglas de conducta.
Firpo no podrá concurrir a las inmediaciones del estadio River Plate, ni tener acceso al estadio de River Plate por el tiempo de la condena, así como tampoco podrá concurrir a eventos futbolísticos masivos.
Además, deberá hacer 180 horas de tareas comunitarias y hacer un curso de convivencia urbana. La fiscal Bellavigna acordó que el atacante recupere su libertad con la condición, además, de no ausentarse del país sin autorización del juez y de presentarse el día 13 de diciembre a notificarse de la sentencia del juicio abreviado.