Gizmodo destacó una curiosa coincidencia: desde 2007, año en el que se lanzó el primer iPhone al mercado, el número de jóvenes de entre 18 y 34 años que siguen viviendo en casa de sus padres se ha disparado, al menos en Estados Unidos. Un usuario de Twitter llamado Scott Adams incluso llegó a compartir un gráfico en el que se ve como los jóvenes que no pueden independizarse o que vuelven al nido se disparan a partir de 2007.
The iPhone was launched in 2007. Is it a coincidence? https://t.co/VclcjnRQ8W
— Scott Adams (@ScottAdamsSays) 27 de septiembre de 2018
¿Significa esto que los millennials prefieren gastarse los ahorros en carísimos teléfonos?
las razones son otras, según un artículo publicado en Yahoo. En 2007 no solo se lanzó al mercado el iPhone, también fue el año en el que se inició la recesión global. A partir de ese momento, los empleos cayeron en picado en Estados Unidos y los sueldos se atascaron.
Pero también hay otros factores: el aumento desmedido del precio de la vivienda y las dificultades para solicitar préstamos de los jóvenes.
El caso de los iPhone y la independencia de los millennials es un claro caso de correlación: las dos cosas han sucedido a la vez, pero no tienen nada que ver. Es más que probable que los jóvenes tengan un sueldo miserable y que las casas sean ultra caras, motivos de mucho peso para seguir viviendo con los padres.
En Estados Unidos hay un último factor que ha impedido que los millennials se vayan de casa de sus padres: la deuda estudiantil. Los jóvenes tienen que pedir préstamos elevadísimos para pagar sus carreras y luego tienen serios problemas para devolverlos. Y en esa situación nadie se puede gastar los más de mil dólares que cuesta un iPhone XS.