El ojo de Florence, que se encuentra 985 kilómetros al noreste del norte de las islas de Sotavento -Antillas Menores-, puede impactar en las costas de las Carolinas, en el sureste de EE.UU. Se prevé su llegada para la madrugada del viernes 14 de septiembre de 2018, de acuerdo con al boletín de las 15.00 GMT del centro meteorológico.
Con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, Florence se intensificó en las últimas horas y se convirtió en un huracán. Tras esto tendrá un rápido fortalecimiento hasta llegar a ser el lunes 10 de septiembre un ciclón de categoría mayor, es decir por encima de la categoría 3 en la escala Saffir-Simpson.
Florence, que por el momento se ubica en aguas abiertas del Atlántico y no representa peligro para zonas pobladas. El meteoro e desplaza a 9 kilómetros por hora con dirección oeste, trayectoria que mantendrá a lo largo de este domingo 9 de septiembre para en los días sucesivos dar un giro hacia el oeste-noroeste.
No obstante, los pronósticos preliminares prevén que este ciclón atraviese ese conjunto de islas como un huracán hacia el jueves 13 de la próxima semana.
Los meteorólogos estadounidenses pronosticaron el 9 de agosto de 2018 una temporada de huracanes en el Atlántico un 60 % por debajo de lo normal.
El pronóstico de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de ese país prevé cinco huracanes en la cuenca del Atlántico y solo uno de ellos de las categorías más destructivas.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico se han formado nueve tormentas tropicales, de las cuales Beryl, Chris y Florence se convirtieron en huracanes según la agencia Efe.