El Presidente Lenín Moreno abordó la situación actual de las relaciones internacionales ante la comunidad internacional y los estados miembros de la ONU en la 73 Asamblea General de ese organismo, en Nueva York, donde formuló propuestas sobre qué hacer y cómo coordinar, entre los países miembros, a fin de que la agenda internacional vaya en beneficio de los pueblos.
Su discurso también estuvo marcado por la situación de la frontera norte, con el narcotráfico como fondo, y la crisis de Venezuela, que será motivo de tres reuniones al menos en la marco de la Asamblea.
“Cuando los gobiernos desvían su objetivo de cuidar a los más pobres y necesitados, esa población busca mejores oportunidades fuera de su tierra. Lejos de los suyos -dijo-. En Ecuador, estamos recibiendo -diariamente- al menos seis mil hermanos venezolanos. Los niños llegan con sarampión, difteria y poliomielitis; mujeres embarazadas que nunca se han hecho un control”.
Moreno aseguró que Ecuador ha destinado más de 50 mil vacunas para los niños venezolanos y ha realizado decenas de miles de chequeos de salud, a los más de un millón de migrantes, que han dejado sus hogares para buscar mejor suerte, en la mayor diáspora de la historia del continente.
Hemos urgido al Gobierno y al pueblo venezolanos, a que resuelvan su crisis con un diálogo nacional, franco e inclusivo -dijo-. Invitamos hace poco, a los hermanos países de la región, a asumir de una manera práctica e integrada, la solidaridad con los migrantes, los desplazados y los refugiados venezolanos”.
El Presidente Moreno insistió en la necesidad de no quedarse en las declaraciones diplomáticas sobre Venezuela. “Queremos una acción continental para encontrar una solución estructural a los problemas del hermano pueblo venezolano -dijo-. Nadie emigra por voluntad propia. Lo hacen porque se ven obligados al desarraigo y a un doloroso desmembramiento familiar y emocional”.
El mandatario ecuatoriano cuestionó así a los gobernantes que se perpetúan en el poder, porque se vuelven Gobiernos sombríos, siniestros, con mafias corruptas. “A propósito de la crisis venezolana o la que vive Nicaragua, nuestra América Latina, tiene el gran desafío de consolidar su democracia, luego de que varios países vivimos gobiernos autoritarios, corruptos y populistas”.
Moreno recordó que historia de las Naciones Unidas es la historia de un pacto común para la preservación de los derechos humanos de los ciudadanos del mundo. “Los derechos solo pueden garantizarse en el marco de instituciones sólidas, con amplia libertad de expresión, con alternancia en el poder, que son los elementos fundamentales de las democracias sólidas -insistió-. Y debe ser compromiso de nuestras naciones construir esas democracias, cuidarlas y atesorarlas”.
Moreno también abogó por no crear ni utilizar “organizaciones regionales para defender sistemas anacrónicos, perversos y dictatoriales, como las vimos nacer y -afortunadamente- morir en las últimas décadas”, en clara referencia a la Alba y Unasur, dos instancias regionales impulsadas por el chavismo y sus petrodólares.