Casi 8 años después, Fiscalía retoma investigación de lo ocurrido con el policía Froilán Jiménez en a revuelta policía del 30S en 2010, que el gobierno del expresidente Rafael Correa tildó como intento de golpe de Estado. La mañana de este 4 de septiembre de 2018 el fiscal de Pichincha, Fabián Salazar, dispuso la retención por ocho horas de cuatro militares para fines investigativos.
Luis Eduardo Zaldumbide, inspector General del Ejército, señaló lo que se hizo el 30S fue una operación y que los detalles se determinarán con los procedimientos adecuados.
Jiménez murió a los 28 años, tras ser abatido durante el operativo de rescate al expresidente Correa, que se desarrolló en los alrededores del hospital de la Policía, al norte de Quito.
En noviembre de 2010, el jefe del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Lenin Bolaños, indicó que en la autopsia al policía se le retiró una bala 223 o 5,56, que es munición de uso militar. Sobre el uso de este tipo de armamento, Zaldumbide consideró que era el adecuado. “En su momento se hicieron apreciaciones (de la situación)… Lo que tengo entendido, es que el peritaje de la Policía señaló que el calibre de la bala era 5,56, ese armamento no solo lo utiliza el personal militar”.
El 14 de diciembre de 2017, la Fiscalía General del Estado dispuso una pericia de identidad humana y cotejamiento de rostros a los cuatro militares que estarían involucrados en el fallecimiento de Froilán Jiménez.