El presidente colombiano, Iván Duque, propuso un gran pacto por el futuro de Colombia, en su discurso de posesión que duró cerca de una hora; dijo no reconocer enemigos y afirmó que gobernará libre de revancha. Duque llamó a Colombia a hacer un gran pacto para la legalidad, la equidad y el emprendimiento.
Duque empezó su discurso, con un recorrido histórico de más de 200 años de la Independencia, para decir que “Colombia deja en evidencia que es una nación valiente, laboriosa, que no se amaina al primer ruido (…) No me canso de decir que Colombia es resiliencia”.
Después, llamó al optimismo y dio línea sobre los retos que, en su criterio, tiene el gobierno que comienza: “más de 300 líderes sociales asesinados en los últimos dos años, los cultivos ilícitos se han expandido exponencialmente en los últimos años, bandas criminales aumentan su capacidad de daño en varias regiones del país, se han hecho promesas y compromisos con organizaciones sociales sin asegurar su financiamiento”.
Tras hablar de los problemas financieros y con altas cargas tributarias, Duque llamó a las fuerzas vivas del país a hacer un gran pacto por el futuro de Colombia. “Los invito a que todos construyamos un gran pacto por Colombia, a que construyamos país, a que construyamos futuro y a que por encima de las diferencias estén las cosas que nos unen”, dijo el presidente Duque según la reseña que hace el diario colombiano El Tiempo.
Duque señaló que “ni el narcotráfico ni el secuestro pueden ser conexos al delitos político ni mecanismos legítimos para financiar y promover ninguna causa”.
Entre los proyectos que serán presentados al Congreso mencionó uno que expresamente prohibirá que “los grupos armados ilegales que secuestran y trafican drogas pretendan ganar beneficios mimetizando sus delitos con causas ideológicas”. Esa eventual modificación legal y constitucional, sin embargo, solo aplicará hacia futuro porque las disposiciones del acuerdo con las Farc en esas materias no pueden tocarse por el principio universal de la favorabilidad penal.
Por su parte, señaló que va a revisar en los próximos 30 días el proceso de paz que dejó el pasado gobierno con el Eln. “Quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales, con estricta supervisión internacional, y tiempos definidos”, dijo. También anunció que pretende “corregir fallas estructurales que se han hecho evidentes en la implementación” y que su Gobierno reforzará las políticas de desmovilización, desarme y reinserción “de la base guerrillera”.
Sobre Venezuela, aunque no hubo una mención expresa a ese país ni al gobierno de Nicolás Maduro, el mensaje fue claro: Colombia liderará el cumplimiento de la Carta Democrática Interamericana: “Haremos respetar la Carta Democrática Interamericana, promoveremos la libertad de los pueblos de la región y denunciaremos en los foros multilaterales, con otros países, las dictaduras que pretenden doblegar a sus ciudadanos”.