Mientras el gobierno ecuatoriano activó un corredor humanitario desde Rumichaca hasta Huaquillas para los venezolanos que huyen del infierno creado en su país por el gobierno (si así se le puede llamar) de Nicolás Maduro, exfuncionarios del gobierno del expresidente Rafael Correa aparecieron en un mesa con funcionarios del gobierno de Venezuela alabando sus supuestas políticas económicas y de una supuesta guerra económica, diciendo sin ningún rubor que Venezuela es un faro para los progresistas de América Latina.
Cientos de ciudadanos venezolanos cruzaron prácticamente todo Ecuador para poder seguir su viaje a Perú sin voltear a mirar atrás con las pocas cosas que lograron sacar de Venezuela. Con su vida a cuestas, con sus hijos, madres, padres, abuelos. Son imágenes desgarradoras que se quedarán para siempre en la retina de la gente: un padre abrazando a su hija para protegerla de frío de la madrugada en Rumichaca, mujeres con sus hijos en brazos, jóvenes caminando, cantando el himno de su país….
Ellos eran parte de un país con las mayores reservas petroleras del mundo, los más grandes recursos hídricos hasta que llegó un gobierno de un obnubilado por el poder y lo perdió todo. Lo arruinó económica y psicológicamente. Ahora es un país gobernado por un dictador al que exfuncionarios del anterior gobierno todavía consideran un ejemplo a seguir. Es de agradecer que ya no estén en el poder, porque lo más probable es que Ecuador pudo haberse convertido en una especie de yunque para esos venezolanos.
Son los exministros de Finanzas Patricio Rivera y Fausto Herrera, al igual que el exdirector de la Senae, Mauro Andino y Pedro Páez, exsuperintendente de Control de Poder de Mercado los que integran esa Comisión Presidencial de Asesoría Económica de Venezuela.
Ellos son los responsables de haber dejado la mesa servida en Ecuador, servida con casi $60.000 millones en deudas y contratos turbios que recién están saliendo a la luz.