El eclipse lunar del próximo 27 de julio será único. Según la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, en todo el siglo XXI no habrá otro con una duración mayor. En sus diferentes fases, el fenómeno astronómico se desarrollará durante 3 horas y 55 minutos.
En Quito, según el portal timeanddate, el momento en que el eclipse alcanzará su mayor magnitud será a las 18:28, mientras toda la Luna está sobre el horizonte de la ciudad. Dado que la Luna está cerca del horizonte en este momento, el portal recomienda ir a un punto alto o encontrar un área sin obstrucciones con vista libre al este-sureste para obtener la mejor vista del eclipse.
En Sudamérica será visible el eclipse penumbral, cuando la sombra de la Tierra oscurece la Luna, pero no bloquea toda la luz. También se podrá apreciar de forma parcial en el este de Sudamérica, como en las ciudades de Buenos Aires, Montevideo, Sao Paulo y Río de Janeiro.
En esas y otras ciudades cercanas será visible durante la salida de la Luna por el horizonte. Ahí será visible un eclipse penumbral, es decir, la sombra se proyectará sobre el satélite sin bloquear toda la luz.
En este momento, la Luna no desaparecerá de nuestra vista sino que se podrá ver de un color rojo o rojizo, lo que se conoce popularmente como luna de sangre. Esto se debe a que la luz del Sol atraviesa la atmósfera de La Tierra que filtra sus componentes azules y solo deja pasar la luz roja, que es la que refleja el satélite.
Eso se debe al efecto visual que se genera cuando la luz solar se filtra en la atmósfera y se proyectan los colores anaranjado y rojo sobre la Luna. Durante el eclipse del 27 de julio la Luna estará en su “apogeo”, que es el punto de su órbita en el que se encuentra más distante de la Tierra. Por eso el movimiento de la Luna será percibido más lento y permitirá disfrutar más el eclipse.
La mejor ubicación para apreciar este fenómeno será la mitad este de África, Medio Oriente y Asia central.
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