Hernán Darío (Bolillo) Gómez vuelve a dirigir la selección ecuatoriana de fútbol. La resolución del Directorio de la Ecuafútbol por el retorno del colombiano fue casi unánime. Una decisión que seguramente tendrá retos, trabas y que estará rodeada de incertidumbres, sobre todo por el desempeño de la selección en las últimas eliminatorias a Rusia 2018 y lo que se espera para los próximas eliminatorias sudamericanas rumbo a Qatar 2022 y la Copa América Brasil 2019.
¿Era Bolillo Gómez la mejor opción para dirigir a la selección de Ecuador? El estratega de 62 años, que llevó a Panamá al Mundial de Rusia 2018, es una persona que conoce a la Tri. Sin embargo, no sé hasta qué punto le conviene a la selección nacional su designación. Su nombramiento tiene sus pros y contras.
Él conoce el entorno futbolístico, los contactos con cada jugador. Pero, deberá trabajar para generar y ganar la confianza del equipo. Hernán Dario Gómez tendrá que esforzarse para conocer el estado físico, emocional y el rendimiento de cada jugador convocado.
Con su llegada, Ecuador volverá a la línea colombiana y este es un punto favorable para las aspiraciones de la selección. En el aspecto técnico puede aportar, sin embargo, no es suficiente porque existen otras formas de hacer fútbol. La Tri está para otros aires. La escuela europea podría ser un ejemplo ya que las cuatro mejores selecciones en el mundial Rusia 2018, fueron europeas. Y ¿por qué no aprovechar el hecho de que muchos jugadores ecuatorianos participan en los campeonatos en Europa y México?
Es fundamental que la selección ecuatoriana trabaje en una filosofía de juego con la que se identifique. Es comprometedor abordar el tema, pero la Tri no tiene mayor disciplina. Precisamente por este aspecto, la selección empezó con pie derecho las anteriores eliminatorias, pero se quedó en el camino. En este escenario, es preciso entender que el jugador de fútbol es un deportista de alto rendimiento y debe cuidarse dentro y fuera de la cancha. Algo que no ocurrió en la época de Gustavo Quinteros.
No sirve de mucho un discurso motivador como el que ofrecerá Bolillo Gómez, porque finalmente la Selección Nacional tiene otras cosas en que ocuparse. Y debe hacerlo en poco tiempo, porque en un año se celebra la Copa América 2019. Un torneo en el que se pide a Ecuador superar las expectativas.
En el ambiente se respira incertidumbre. La selección ecuatoriana ha estado sin actividad durante varios meses y ahora Ecuador se encuentra en el puesto número 60 del ranking de la FIFA por debajo de Bolivia.
Particularmente, considero que la selección no necesita a Bolillo en estos momentos. La Tri necesita evolucionar en cuanto a la escuela y su forma de preparación. No solo es el discurso. Gracias al estratega colombiano la mentalidad y la confianza de la selección cambió, pero ahora es el momento de buscar otros aportes. Sobre todo al considerar el mal desempeño durante las últimas eliminatorias Sudamericanas.
Más allá de eso hay una inestabilidad en el equipo, en la que hay que trabajar. Sea con Bolillo o con otro entrenador, hay un distanciamento entre seleccionados y la dirigencia también y eso hay que componer. Existe inseguridad y eso, por supuesto, genera un entorno adverso para la Tri. Es un nuevo ciclo que tiene sus retos.