Cuba, que discriminó a los homosexuales durante los primeros años de la Revolución, pasaría a engrosar la lista de los países de la región que reconocen los derechos de las minorías, según el proyecto de nueva Constitución que dio luz verde al debate sobre la inclusión del matrimonio entre dos personas, sin especificar su sexo.
El anunció lo hizo el pasado sábado un alto funcionario del Gobierno ante unos 600 diputados de la Asamblea Nacional. La Constitución vigente de la era soviética de 1976, modificada en 1992 y 2002, define el matrimonio como la unión concertada voluntariamente entre un hombre y una mujer “a fin de hacer una vida en común”.
Cuba, que discriminó a los homosexuales en las primeras décadas de la Revolución de 1959, ha impulsado en los últimos años los derechos de la comunidad LGBT. Actualmente permite las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo en la isla.
“Creo que los principios de igualdad, de justicia y de humanismo que tiene nuestro proyecto se refuerzan con esa posibilidad del matrimonio entre dos personas”, dijo Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado al abordar el análisis del proyecto.
Acosta, quien es uno de los artífices en la preparación del texto, puntualizó que “hay alrededor de 24 países que tienen incorporados este concepto y nosotros no podíamos dar la espalda a este asunto cuando estamos conformando la Constitución”.
En América Latina a parejas del mismo sexo se les han permitido casarse en Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y algunas partes de México en los últimos años, a pesar de la oposición de la Iglesia.
“Como ya en la Constitución de 1976 estaba establecido el matrimonio heterosexual (…), entonces creo que tenemos el deber de situar otra visión del matrimonio mucho más inclusiva que garantice derechos que hasta el momento no hemos estado garantizando”, dijo a la televisión local la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro y quien ha impulsado los derechos de la comunidad LGBT en la isla.
Raúl Castro, jefe del Partido Comunista de Cuba, encabeza desde junio una comisión que ha preparado el borrador de la nueva carta magna. El proyecto será discutido entre los cubanos, aunque no han sido precisadas las fechas, luego de ser debatido en la Asamblea Nacional. Finalmente se llevará a un referendo.
Castro, de 87 años, anunció por primera vez la necesidad de modificar la Constitución en 2011 después de enfocarse en una serie de reformas económicas dando mayor apertura a la inversión extranjera y a la pequeña empresa privada.