La tragedia de la erupción del volcán de Fuego este domingo advierte con convertirse en una de la peores en la historia de Guatemala. Oficialmente la cifra de fallecidos asciende a 62 personas, pero el hallazgo de más cuerpos podría aumentar el total de muertos. En las inmediaciones de la aldea El Rodeo (Escuintla, en el sur de Guatemala, la zona más afectada) los socorristas han localizado 29 cadáveres. Nueve de ellos ya han sido trasladados a la morgue. El resto no pudo ser evacuado porque los rescatistas tuvieron que abandonar su labor por nuevos ríos de lava.
Las brigadas de rescate levantaban con sus propias manos las láminas de los techos en busca de sobrevivientes y a veces se apoyaban con palas. Junto a los cuerpos también localizaron quemados animales domésticos, entre ellos gallinas.
Una nueva explosión que registró el cono de 3.763 metros de altura este lunes suspendió de forma temporal las labores de búsqueda, explicaron socorristas a emisoras locales. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) elevó de 20 a 46 la cifra de heridos, mientras que los afectados suman más de 1,7 millones de guatemaltecos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumen) reportó que el volcán está volviendo a su normalidad, pero advirtió que las barrancas de hasta 80 metros de profundidad están llenas de material volcánico. Alertó que las lluvias son el principal riesgo porque pueden causar lahares de flujo piroclástico.
No se descarta que pueda reactivar la erupción, dijo el secretario de la Conred, Sergio García, quien agregó que se desconoce cuántas víctimas mortales puedan haber debajo de las toneladas de ceniza.
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, tiene previsto visitar la zona devastada por la erupción en las próximas horas junto con su esposa, Patricia Marroquín, para conocer de primera magno la magnitud del desastre y las necesidades que tienen los habitantes.
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