De las 65 toneladas de cocaína incautadas este año en Nariño, en la frontera con Ecuador, el 70 por ciento, es decir, más de 45 toneladas, pertenecen a la estructura de uno de los delincuentes más buscados en Colombia y Ecuador, alias Guacho que lidera un grupo narcodelictivo responsable del secuestro y la ejecución de un equipo periodístico de diario El Comercio, reseña El Tiempo de Bogotá. La más reciente captura se realizó el jueves: dos toneladas de droga incautadas en Tumaco
Walter Patricio Arizala, el jefe de la Oliver Sinisterra, es considerado el principal proveedor de cocaína para los carteles mexicanos. Los cargamentos se mueven a través de la costa Pacífica nariñense. Además, tiene el control de por lo menos unas 17.000 de las 23.000 hectáreas sembradas con matas de coca detectadas en 2016 en zona rural de Tumaco, según El Tiempo.
“En este momento, Guacho está escondido y asfixiado. Lo tenemos presionado por su eventual captura y porque cada minuto debilitamos sus finanzas a través de la incautación de la cocaína que está produciendo”, dijo el general Jorge Hoyos Rojas, que está a cargo de la Fuerza de Tarea Hércules.
Guacho también estaría presionado porque no ha podido cumplir con los envíos de cocaína a Centroamérica. la droga incautado en el estero Santo Domingo, en Tumaco, por ejemplo, estaba lista para ser enviada en lanchas rápidas. “La afectación económica con cada incautación es millonaria, en un aproximado, la cocaína incautada tan solo a ‘Guacho’ este año puede estar sobre los 70 millones de dólares”, dijo Hoyos.
El comandante de la unidad militar destacó que además se han logrado ubicar y destruir 20 cristalizaderos para el procesamiento del alcaloide. Guacho en la actualidad contaría con no más de 80 hombres para su protección.
Guacho, según las autoridades colombianas, produce y transporte la droga bajo la figura de ‘triadas’. Un ecuatoriano se encarga de activar la ruta marítima, muchas veces usando la frontera a través de la salida al mar por la provincia de Esmeraldas. Otra ficha de la red, de nacionalidad colombiana, se ocupa de diseñar la ruta terrestre, y los dos procesos están bajo la supervisión de un mexicano, encargado además de vigilar el nivel de pureza de la cocaína.
A las pérdidas económicas y el cerco de los uniformados se suman los golpes a la logística de transporte con la detección de tres lanchas rápidas modificadas como semisumergibles, que fueron incautadas en menos de dos semanas. Guacho las habría mandado fabricar para enviar por lo menos 10 toneladas de cocaína a México.
Las labores de inteligencia para ubicar y capturar a Guacho estarían concentradas en la zona de Alto Mira y Frontera y a lo largo y ancho del río Mira, donde ha estado concentrado su poder militar. En esas rutas se han encontrado trampas mortales que buscan frenar el avance de los integrantes de la Fuerza Pública y que ponen en riesgo a la población civil de la región.