El ministro de Educación, Fander Falconí, condenó los hechos de violencia registrados en los últimos días en las inmediaciones del Instituto Nacional Mejía por las protestas del miércoles que dejaron dos detenidos, nueve policías heridos, escudos y cascos rotos y daños a la propiedad privada.
El Ministerio del Interior informó que cientos de alumnos se autoconvocaron en los graderíos de la institución para exigir la restitución de un docente que fue grabado en un video mientras golpeaba con un palo a estudiantes de primero de bachillerato.
El Ministerio de Educación primero informó que el docente no podrá ejercer actividades pedagógicas o académicas, sino solo funciones administrativas, pero en un nuevo comunicado se informó de la suspensión temporal del docente de todas sus funciones.
“En el segundo día de manifestaciones, los estudiantes utilizaron las piedras de las veredas de la institución como herramienta de agresión, causando daños tanto a la propiedad privada de los alrededores así como en los bienes públicos”, dice un comunicado del Ministerio del Interior.
En tanto, la cartera de Educación indicó que las resoluciones que hasta el momento ha tomado respecto al caso del docente están apegados a las leyes. “En estas se respeta el debido proceso, el derecho a la defensa y más garantías jurídicas, y se sigue estrictamente el protocolo de protección de derechos de los estudiantes. Se garantiza, además, la veeduría ciudadana en este proceso”, expresó.
Falconí informó que ha dialogado con la comunidad del colegio Mejía para llegar a acuerdos que respeten el debido proceso. Y rechazó todo tipo de violencia dentro del sistema educativo. “Hemos llamado a una cultura de diálogo para culminar el año lectivo”, dijo.
El ministro aseguró que se ha pedido al maestro separarse de sus funciones para que pueda presentar su defensa correctamente.
Para Falconí , en los actuales momentos la sociedad se debe enfrentar una problemática de violencia que ha sido naturalizada en la sociedad. “En 2015 el 25% de niños recibió golpes y burlas por otros niños y el 36% recibió golpes de sus padres, hay un ciclo intergeneracional de la violencia”.
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