El Gobierno ecuatoriano presentó en la provincia de Esmeraldas su nueva Política de Defensa, Seguridad y Desarrollo, instrumento que contiene nueve objetivos con los que busca proteger a la población en la frontera norte con Colombia.
El titular de Defensa, Oswaldo Jarrín, presentó el plan en una ceremonia militar en la sede del Batallón de Infantería Movilizado Bimot-13, ante la presencia del Presidente, Lenín Moreno; el ministro del Interior, Mauro Toscanini y la presidenta de la Asamblea Nacional (Parlamento), Elizabeth Cabezas.
Con este instrumento, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional fortalecerán su trabajo, mediante la adopción y ejecución de la política de seguridad integral que garantiza los derechos de la ciudadanía que habita en el límite con Colombia.
En el documento se articulan medidas de prevención e intervención para erradicar y solventar posibles amenazas que se generen contra la soberanía nacional y los ciudadanos.
“Hoy anunciamos con orgullo que por fin Ecuador tiene una política de Defensa, Seguridad y Desarrollo para la frontera norte -dijo Moreno- El Estado ha dispuesto que la seguridad de la frontera es prioridad nacional”.
Moreno indicó que Esmeraldas se ha caracterizado por ser una provincia turística, de gente amable y trabajadora, por lo que no se puede permitir que la paz social se vea perjudicada por bandas delincuenciales relacionadas con el narcotráfico. “No permitiremos que nuestra gente viva con miedo y sea presa de la delincuencia -dijo-. Esmeraldas es y seguirá siendo una provincia próspera y alegre”.
Sobre la Política de Defensa, Seguridad y Desarrollo señaló que es una propuesta integral, que no se trata solamente de militarizar el territorio, sino que busca el desarrollo social y económico.
El texto fue aprobado por el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), el 10 de mayo de 2018, recogiendo directrices y planteamientos emitidos por la Organización de Estados Americanos, Organización de Naciones Unidas, así como los lineamientos de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Desde enero pasado, la zona ha sido escenario de ataques con explosivos que se han cobrado las vidas de cuatro militares ecuatorianos y dejado a decenas heridos, además de la captura y asesinato de un equipo periodístico de diario El Comercio y el secuestro de dos civiles, aún en paradero desconocido.
Las agresiones han sido atribuidas por las autoridades de Ecuador y Colombia a un grupo armado disidente de las Farc y relacionado con el narcotráfico, autodenominado Oliver Sinisterra, bajo el mando de un individuo conocido por el alias Guacho.