Dos mujeres latinoamericanas compiten por la presidencia de la Asamblea General de la ONU, en una carrera que divide a la región y que se definirá este martes 5 de junio. Es la primera vez vez en la historia del organismo, que representa a 193 países, que esa silla estará ocupada por una mujer latinoamericana.
La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, compite por el puesto con la ministra de Exteriores de Honduras, Mary Flores. El proceso de selección de las candidaturas siguió esta vez un nuevo formato, en el que las aspirantes tuvieron que participar en un diálogo informal para presentar su plan visión a los estados miembros y representantes de la sociedad civil. La elegida tomará en de septiembre el relevo al eslovaco Miroslav Lajcak.
América Latina llega a los comicios dividida y sin un candidato de consenso. Ecuador, que había apoyado en un inicio a Honduras, anunció la candidatura de su canciller en febrero. Tegucigalpa expresó entonces su malestar y sorpresa.
El conflicto israelo-palestino se colará posiblemente en la elección: Honduras es uno de los pocos países de la ONU que no reconoce a Palestina y ha estrechado en los últimos meses relaciones con Israel, anunciando que trasladará su embajada a Jerusalén, como ya hizo Estados Unidos, seguido por Guatemala y Paraguay.
Honduras es apoyado por Estados Unidos y por parte del Grupo de Lima, integrado por una quincena de países que rechazan al gobierno venezolano de Nicolás Maduro y urgen a Caracas restaurar la democracia.
Algunos diplomáticos estiman que Europa puede dudar a la hora de escoger una candidata. La reelección del presidente Juan Orlando Hernández en noviembre se vio manchada por acusaciones de fraude, y violentas protestas tras su triunfo dejaron al menos 23 muertos. La Organización de Estados Americanos (OEA) llegó a pedir nuevas elecciones en Honduras pero luego dio marcha atrás, después de que Estados Unidos otorgó su apoyo al mandatario reelecto.
La votación en la ONU será secreta y triunfará quien obtenga la mayoría simple de los votos. Gane quien gane, será la cuarta vez en la historia que una mujer preside la Asamblea General de la ONU, y la primera vez para una mujer latinoamericana.
Ecuador ya ocupó la presidencia de la Asamblea en 1973-1974, pero Honduras nunca lo ha hecho. La presidencia se renueva cada año. El bloque que forman los países de América Latina y el Caribe eran los elegibles. Su misión será dirigir debates sobre un amplio abanico de cuestiones, desde la reforma de la ONU o la transparencia a la prevención de conflictos y mantenimiento de la paz, pasando por políticas de género, cambio climático…