En 2012 el Registro Civil ecuatoriano se negó a inscribir a Satya como hija de Helen Bicknell y Nicola Rothon, quienes se radicaron en Ecuador en 2007, aduciendo que la solicitud no se ajustaba a la ley y recomendaron a Nicola que la inscribiera como madre soltera. Fue desde ese momento que la pareja de inglesas comenzó un largo recorrido para el reconocimiento de sus derechos y los derechos de la niña.
La Corte Constitucional, sometida al dominio del correísmo más rancio y conservador, creador y promotor del Plan Familia, aplazó en reiteradas ocasiones una resolución sobre la acción de protección interpuesta para que el Registro Civil inscribiera a la niña con los apellidos de sus dos mamás, luego de la negativa de varios jueces de fallar a favor de la pareja.
Los jueces constitucionales, ahora sometidos a evaluación del Consejo de Participación, finalmente se pronunciaron y con cinco votos a favor, dos en contra y una abstención, ordenaron como medida de restitución disponer que la Dirección General del Registro Civil proceda de manera inmediata a la inscripción como ecuatoriana de Satya Amani, como hija de Nicola Susan Rothon y Helen Louise Bicknell.
Nicola es la madre biológica de la niña, que fue concebida con ayuda de inseminación artificial. La pareja tiene ahora un segundo hijo, Arundel, que cumplió dos años. Es hijo biológico de Helen, concebido también con técnicas de reproducción asistida. Los dos niños tiene ahora derecho a tener los dos apellidos de sus dos mamás.
Un gran avance sin duda en materia del reconocimiento de derechos civiles de las comunidades LGBTI. Quedan otros más por conquistar. La Constitución de Ecuador reconoce la familia en sus diversos tipos, pero no prevé el matrimonio entre personas del mismo sexo, solo la unión de hecho de parejas homosexuales lo que limita a parejas del mismo sexo derechos que sí tienen las parejas heterosexuales.