Al filo de la tarde del lunes, el centro de la depresión subtropical Alberto se acercó más a la zona de la Florida conocida como el Panhandle, y el último pronóstico indica que la tormenta se encontraba a unas 30 millas al sur de Panama City y a 55 millas al oeste de Apalachicola, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC), citado por El Nuevo Herald.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS), con sede en Miami, canceló su alerta de inundaciones para todo el sur de la Florida, anunció la agencia poco después del mediodía. “Aunque todavía hoy podría haber fuertes aguaceros por toda el área, el riesgo de inundaciones para el sur de la Florida ha diminuido”, dijo el parte meteorológico. “Todavía está en efecto un alerta para embarcaciones que naveguen en aguas del Atlántico y un alto riesgo de corrientes de resaca continúa vigente para todas las playas del sur de la Florida”.
La tormenta subtropical Alberto adelantó el inicio de la temporada de huracanes de este año y tocó tierra este lunes en la costa norte del Golfo de México, donde las playas de arena blanca estaban más vacías de lo habitual pese a ser feriado en Estados Unidos.
Aunque la temporada de huracanes en el Atlántico arranca oficialmente este viernes, el primer día de junio, esta es la primera tormenta con nombre del año.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió de olas de gran tamaño y la posibilidad de breves tornados en gran parte de Florida y en partes de Georgia, Carolina del Sur y Alabama. Además se esperan intensas lluvias en muchas áreas.
Los socorristas colocaron banderas rojas a lo largo de la playa de Pensacola, donde nadar y caminar por el agua estaba prohibido debido a las condiciones peligrosas del mar y al oleaje.
Los chubascos intensos comenzaron a azotar algunas partes de Florida el domingo y las autoridades advirtieron sobre la posibilidad de inundaciones. El centro de huracanes emitió una alerta de tormenta tropical desde el río Suwannee en Florida hasta la frontera estatal entre Mississippi y Alabama.
La proximidad del meteoro provocó evacuaciones obligatorias en algunas pequeñas islas poco pobladas del Golfo.
Al mismo tiempo, Alberto se alejaba de Cuba, donde depositó fuertes aguaceros, dejando miles de evacuados y obligando a cortar la carretera nacional. Las provincias centrales fueron las más afectadas por las precipitaciones, indicaron medios de prensa locales.