Las escuelas, universidades, instituciones públicas y negocios mantienen sus puertas cerradas en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, respondiendo al llamamiento del presidente palestino, Mahmud Abás, que proclamó el sábado día de luto nacional y acusó a Israel de ser responsable de la violencia.
En las marchas organizadas con ocasión del Día de la Tierra participaron entre 30.000 personas, según el Ejército israelí, y 40.000, según fuentes palestinas. Comenzaron de forma pacífica en cinco puntos de la Franja, cercanos a la frontera israelí. Según el Ejército de Israel, algunos manifestantes lanzaron piedras, neumáticos ardiendo y cócteles molotov contra su territorio, a lo que respondieron con disparos, granadas de estruendo y gases lacrimógenos.
Las manifestaciones de la Gran Marcha del Retorno deben durar un mes y medio. Cada año, los palestinos conmemoran la muerte de seis árabes israelíes, a manos de las fuerzas de Israel, en Galilea, en 1976, mientras protestaban contra la confiscación de tierras.