Facebook está bajo fuego por no proteger a los usuarios de los investigadores y anunciantes que buscan explotar los datos de las personas con fines financieros o políticos. ¿Qué ha estado sucediendo y por qué, al parecer, la percepción pública acerca de la compañía está en un momento decisivo? En los últimos días la situación de Facebook ha sido crucial, además de su desplome en la Bolsa de Valores en un 10% ha revivido el tema de la confidencialidad de los datos.
Las noticias están más que claras con los eventos sucedidos, sobre todo desde el pronunciamiento de Mark Zuckerberg (creador de Facebook) quien ha detallado el fallo de datos. Bienvenidos a Sillicon Valley, tierra de grandes piratas. Lo sucedido con Facebook en realidad ha demorado mucho tiempo; esta filosofía de crear aplicaciones de uso gratuito demuestra cuan seducidos estamos por la internet (ojo, este no es un mensaje en contra del uso de la web y sus principios fundamentales) y sus artimañas noveleras, sin antes leer los contratos que aceptamos para que monitoree nuestras vidas. Lo que se avecina es el retorno a la vida antes de Facebook, Instagram reinará mientras Twitter morirá en el veneno mediático y político.
¿Son confusas las reglas de Facebook en cuanto a la privacidad y el manejo de datos?
Esta red social requiere que el usuario lea a profundidad sus miles de lugares donde se albergan diferentes tipos de configuraciones. Lastimosamente así sucede cuando el usuario se llena de más y más opciones; debería haber una alternativa que diga “NO COMPARTIR MIS DATOS DE NAVEGACIÓN”. Pero esto no ocurre a menos que empecemos a pagar a Facebook para que: primero, no nos muestre publicidad; y, segundo, no utilicen nuestros datos.
Cualquier usuario puede ser desarrollador de la plataforma y hacer aplicaciones que se conecten con Facebook. Desde esta premisa, existen también ciertos criterios al momento de crear una app como son las restricciones de datos que la aplicación creada solicita a Facebook y qué tipo de información le van a pedir al usuario. Aquí todo se verifica de forma automática y sin cuestionar su finalidad, como ocurrió con la aplicación de Cambridge Analítica, la cual -para sorpresa de muchos- fue otra de esas páginas donde la gente responde preguntas para ver qué resultados les arroja como la típica encuesta de ‘qué animal serás en tu otra vida’ o ‘qué tipo de comida eres’.
Esto he repetido a mis contactos en la red social un sinnúmero de veces y la gran mayoría hace caso omiso. Luego de que una persona autoriza a una aplicación externa a Facebook, los datos dejan de estar únicamente en la red social para pasar a manos de terceros. Entonces hay responsabilidad compartida: una parte del problema es la red social y otra el usuario. ¿Cuán necesario es Facebook para nuestras vidas? ¿Cómo era la internet antes de esta mega revolución 2.0 provocada por las redes sociales?
Para nuestro bien, si esta era termina no sería como empezar de cero; sería el renacer de la humanidad. ¿Estamos ante un caso de manipulación de la opinión pública y del electorado estadounidense? Una vez que se obtienen datos duros y certeros como los que se pueden conseguir en una red social gratuita a través de aplicaciones de encuestas, etcétera, es posible dominar el mundo a placer. Nadie se miente a sí mismo dentro de la red social, por eso la información obtenida es completamente válida, y bajo esta premisa de venta se puede manipular un grupo de individuos en sus decisiones electorales.
Pareciera que Facebook se está metiendo en todos los aspectos privados de las vidas de las personas. Al igual que Google, por medio de algoritmos de comportamiento de usuarios sobrevive el modelo de negocio de esta plataforma digital. La idea inicial de Facebook era muy distinta a lo que es hoy en día. ¿Como definir el rol de esta compañía?
A nivel global es una compañía muy importante, con una presencia fuerte y un manejo de cerca de 2,5 billones de usuarios. No obstante, China también tiene lo suyo al igual que Rusia. Los ejemplos de estos países en cierta forma son complicados vistos desde afuera, pero casa adentro estos modelos son exitosos. Me refiero a redes como VK de Rusia y QQ en China.
En Ecuador deberíamos estar pensando en crear una red social de similares características, para que así, al menos nuestros datos, estén en nuestro país, aunque en cierta medida esto signifique retroceder un poco.