El presidente de la poderosa Asociación Nacional del Rifle, Wayne LaPierre, atacó a los medios de comunicación, el FBI y los demócratas, y habló de una “vergonzosa” politización de la tragedia al hacer su primera valoración de la matanza de 17 personas la semana pasada en una escuela de Florida, en un discurso a las afueras de Washington.
“Es algo bizarro que nuestras joyerías, a lo largo de nuestro país, nuestros bancos, nuestros aeropuertos, nuestros juegos de la NBA (…), nuestras estrellas, nuestros políticos están más protegidos que nuestras escuelas. ¿Tiene eso algún sentido?”, dijo
LaPierre arremetió contra el “nuevo socialismo de estilo europeo”, sinónimo para él de un intervencionismo gubernamental extremo, que dijo quiere apoderarse del Partido Demócrata y busca socavar la Segunda Enmienda de la Constitución, que ampara el uso de las armas.
Esa corriente imperó durante los ocho años de presidencia de Barack Obama, dijo, porque no cree en el capitalismo, la Constitución y la libertad. “Para ellos no es un tema de seguridad, es un tema político”, dijo en un discurso en el CPAC (Conservative Political Action Conference), la conferencia anual de la mayor organización conservadora en la órbita del Partido Republicano.
LaPierre definió la Segunda Enmienda como garante de “la libertad que protege a todos”. Y atribuyó los tiroteos masivos en Estados Unidos a una seguridad laxa y a la ineptitud de los políticos. Aseguró que desde hace décadas defiende endurecer el análisis de antecedentes a compradores y que no haberlo hecho es culpa de los legisladores.
“En medio de un duelo nacional y en medio de una entendible pasión de millones de estadounidenses buscando por soluciones significativas… ¿qué encontramos? Chris Murphy, Nancy Pelosi y más… alentados por los medios nacionales culpando al NRA, llamando por incluso un mayor control del gobierno. Ellos odian al NRA, odian la segunda enmienda, odian las libertades individuales”.
En un tono parecido a las propuestas del presidente Donald Trump, que defiende armar a los profesores, LaPierre puso el foco en mejorar la seguridad en las escuelas. “Debemos endurecer inmediatamente la seguridad en nuestras escuelas, son blancos débiles y abiertos -dijo-. No debería ser más fácil para un loco disparar en una escuela que en una joyería”.
El jefe del lobby armamentístico, que con sus donaciones tiene un enorme poder sobre políticos, no abordó directamente el debate sobre si los profesores deben ir armados, pero dijo que debe haber en las escuela personas con armas y entrenadas para proteger a los “niños inocentes” del mismo modo que hay personal de seguridad en los aeropuertos y centros comerciales.