El jugador argentino quiso tener claro qué ocurriría en el caso de que Cataluña lograra la independencia, de modo que obligó al Barcelona a establecer las condiciones en las que dejaría el club si la secesión se llevase a efecto, según diario El Mundo.
Messi se ha comprometido por escrito en su nuevo contrato millonario de renovación a seguir en el Barcelona, pero si esa hipotética independencia le impide jugar en una liga de primer nivel europeo, abandonaría automáticamente el club sin necesidad de abonar su cláusula de rescisión, esos estratosféricos 700 millones de euros.
El jugador vestiría la elástica azulgrana si el Barça, en una república independiente, continúa en la Liga española o tiene la posibilidad de integrarse en la Bundesliga alemana, en la Premier inglesa o en la Ligue 1 gala. Cualquier otra fórmula que no encajara en las posibilidades descritas provocaría la inmediata salida de Messi.
Esta última opción es inviable con la actual Ley del Deporte, apunta El Mundo.
Messi había trasladado durante los últimos meses al club azulgrana a través de sus representantes su inquietud ante la situación política en Cataluña, en el marco de las negociaciones de su nuevo contrato de renovación, rubricado recientemente y que le une al Barcelona durante los próximos cuatro años, reservándose la entidad la posibilidad de ampliar el acuerdo un curso más en iguales condiciones.
El Barça le ha comunicado al jugador que en el caso de que se produjera la independencia catalana, quedaría automáticamente libre. El club entiende que esa circunstancia constituiría una alteración sustancial del contrato. Y, en consecuencia, la obligación de permanecer en el Barça desaparecería.
En la misma situación quedarían el resto de jugadores de la plantilla, por lo que se le ha precisado que en ningún caso estaría obligado a continuar en la entidad si ésta pasara a integrarse en una liga conformada exclusivamente por equipos catalanes, por ejemplo.
En Derecho, la cláusula rebus sic stantibus permite la revisión de los contratos cuando concurren circunstancias nuevas respecto a las que existían en el momento de la firma del acuerdo. De esta forma, la ruptura del equilibrio del contrato lleva aparejada su caducidad.
El gesto del delantero, que pese a todo ha querido vincularse al Barça -incluso en una Cataluña independiente-, queda supeditado pues a continuar jugando en la élite europea.
El club pagará a Messi una prima de fichaje de 100 millones de euros brutos a repartir durante las próximas temporadas. Esta cantidad sumada a la ficha le llevará a percibir 35 millones de euros netos al año, un 70% más que Cristiano. Estos emolumentos no incluyen los derechos de imagen, que se reserva su explotación íntegra, ni los bonus. Solo las cifras acordadas por su ex compañero Neymar con el Paris Saint Germain se aproximan a las pactadas por Messi con el Barça.