Activistas de varios países lanzaron el lunes en Santiago una organización global contra el abuso sexual infantil en la iglesia y exigieron al Papa Francisco que cambie perdones por acciones para desterrar la pederastia, el día en que el Papa Francisco arribó a Santiago para una visita de tres días que también lo llevará a Temuco e Iquique, antes de concluir en Perú su sexto viaje a Latinoamérica.
Tras un seminario que cuestionó el rol del Papa y su inacción para castigar la pederastia en el interior de su iglesia, se anunció “la creación de una organización internacional, global, que busca detener el abuso sexual infantil en contextos clericales”, dijo José Andrés Murillo, presidente de la Fundación para la Confianza.
La nueva organización denominada Ending Clerical Abuse pretende conformar “un grupo notable de abogados para poder llevar a los tribunales estos crímenes de lesa humanidad”, según Sara Oviedo, exvicepresidenta del comité internacional de los derechos del niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Además, buscan documentar los casos que se registran en todo el mundo y presentarlos ante la ONU, comentaron estos activistas.
El primer Papa latinoamericano, que ha realizado varios exitosos viajes a su continente, llegó a Chile con una misión diferente: salvar a una iglesia en graves problemas, acorralada por varios escándalos de abusos sexuales en el país latinoamericano que, con Uruguay, tiene un porcentaje menor de católicos y mayor de ateos.
“Para mí no será un viaje difícil. Estudié aquí y tengo muchos amigos y conozco bien Chile”, trató de minimizar el Papa de camino a Chile para seguir hacia Perú. Estará tres días en cada país.
La presidenta Michelle Bachelet lo recibió a su llegada al aeropuerto de Santiago de Chile. Unos 1.600 periodistas se habían acreditado para seguir esta visita y Bachelet aseguró que se ha trabajado mucho para “dar las mejores condiciones con la dignidad y calidad que merecen”.