Con el voto unánime de tres jueces, un tribunal brasileño confirmó este miércoles 24 de enero, en segunda instancia, la condena a prisión para el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por cargos de corrupción, y dejó así al borde de la suspensión la prevista candidatura presidencial del líder del Partido de los Trabajadores.
Los tres jueces del tribunal regional de Porto Alegre, la cámara donde había recaído el proceso de apelación, defendieron la sentencia impuesta por el magistrado de Curitiba Sergio Moro, el mismo que interviene en el Lava Jato, de condenar al líder del PT por corrupción pasiva y lavado de dinero. Además, extendieron la condena original de 9 años y medio de prisión a 12 años y un mes.
Cayeron, también, las especulaciones que apuntaban a un fallo dividido, que habría ayudado al político en las nuevas apelaciones por venir.
Esta segunda instancia del tribunal de la capital gaúcha, pone en aprietos la estrategia que deberá seguir el Partido de los Trabajadores –y los propios defensores del ex mandatario- para lograr dos objetivos: primero, garantizar la libertad del acusado en tanto quedan varias instancias de apelación. Y segundo mantener su nominación como candidato a presidente en las elecciones de octubre de este año.
Lo que se sabe es que hay otros recursos a ser presentados en tribunales superiores al regional de Río Grande del Sur, donde se sustanció esta segunda fase. Entre tanto, según palabras de los propios fiscales del caso, Lula podrá seguir en libertad. Al mismo tiempo, quedó también dilucidado cuál será el trámite en relación a las próximas presidenciales: esta definición de viabilidad o no de su postulación exigirá una resolución en ese sentido del Tribunal Superior Electoral.
El Partido de los Trabajadores está dispuesto a ir hasta las últimas instancias. Este jueves habrá una reunión ampliada de su dirección y, según anunciaron los directivos de la agrupación, saldrán de ella con la proclamación
El juez Leandro Paulsen, el segundo en hablar durante la audiencia de este miércoles, señaló que la participación de Lula da Silva en el esquema de desvíos de fondos en Petrobras es “inequívoca”.