El estudio del hombre, su constitución como persona y su dinamismo en la sociedad forman parte de la vida universitaria, pero ¿cuál es la responsabilidad de la universidad en la formación humanista y cuál es el reto que asume el humanismo en ellas?
Existe una distinción entre formar y educar, la primera incurre en salir al encuentro del próximo y su realidad; tal vez una de las complicaciones que tenemos ahora mismo en la academia es pensar en un desarrollo altamente cognitivo que apunte hacia la “excelencia” dejando de lado la sustancialidad del ser humano, es decir, de aquello que lo define y le hace trascender como persona. Justamente, el objetivo de todo acto formativo es promover el desarrollo de la personalidad del educando y del educador, por ello, se precisa que la Universidad se preocupe y ocupe de las necesidades de formación integral que demanda la sociedad contemporánea.
El proceso de enseñanza, fundamentado en el humanismo de Cristo, es la visión principal de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), por ello, la Cátedra Fernando Rielo que desarrollará el Simposio Universidad y Humanismo, el próximo mes de enero, abre un espacio de diálogo, reflexión e intercambio de argumentos que posibiliten fortalecer un planteamiento humanista que fortalezca las prácticas de enseñanza – aprendizaje que se suscitan en las diversas áreas del conocimiento.
El evento es una forma de acercar la academia a la problemática social y viceversa en búsqueda de respuestas conjuntas, para ello, se desarrollarán cuatro ejes temáticos: Nuevo humanismo, fundamentos y propuestas; Diálogo entre los distintos humanismos; Retos del humanismo en las universidades, y responsabilidad de las universidades en la formación humanista, los cuales estarán a cargo de ponentes nacionales e internacionales.
La finalidad primera de la academia es formar a las personas, con ello, unificar, conciliar, potenciar los diversos pensamientos y en esta propuesta de formación humanista se ha visto el interés de catedráticos pertenecientes a diversas universidades del Ecuador que han manifestado su deseo de participar.
Para tener profesionales integrales el reto es ocuparnos también de la promoción de los valores intelectuales y morales que tienen que ser vividos y potenciados, para ello, se precisa estimar a la persona desde su singularidad y valía, desde sus limitaciones y fortalezas, y así corresponsablemente, orientar en el descubrimiento y explicación de talentos y habilidades intrínsecas a toda persona.