Loja marchó en rechazo por el crimen de la pequeña Emilia Benavides, menor asesinada e incinerada en esa ciudad. Su cuerpo encontrado en una quebrada de Catamayo el martes 19 de diciembre, tras permanecer desaparecida desde el viernes 15 de diciembre.
Con camisetas y globos blancos, los manifestantes reclamaron justicia. “No queremos un niño menos en la ciudad de Loja, queremos la vida, defendemos la vida”, dijo Alfredo Espinoza, obispo de Loja. Los familiares de la pequeña también participaron de la protesta, con letreros y sin palabras, pero con lágrimas.
Las autoridades judiciales aún mantienen varias hipótesis sobre la muerte de la menor, pero el 20 de diciembre de 2017, el fiscal Bolivar Figueroa reconoció que una de las posibilidades es que se trate de un caso de pornografía infantil. “En la investigación, efectivamente, se puede determinar que utilizaron más bien a la menor para hacer tomas fotográficas y videos, atentando contra su intimidad”, dijo Figueroa.
Por imágenes de cámaras de seguridad, ahora se sabe que el último día en que la menor fue vista, viernes 15 de diciembre, estaba acompañada de un hombre que hoy es uno de los tres detenidos. Los tres sospechosos tienen 90 días de prisión preventiva. en el caso.
La Fiscalía formuló cargos contra los tres sospechosos, y podrían ser acusados de los delitos de trata de personas, violación, y asesinato, con la posibilidad de acumular penas hasta 40 años de cárcel.
Los restos de la niña son velados en una capilla ardiente en la ciudad de Loja. Y la escuela donde Emilia estudiaba declaró tres días de luto.