Un nuevo testigo del gobierno estadounidense en el juicio FIFA, un experiodista de la brasileña TV Globo que se transformó en un exitoso empresario, relató el lunes 4 de diciembre de 2017 cómo engordó durante décadas los bolsillos de insaciables exjerarcas del fútbol de las Américas. “Era muy difícil hacer algo sin pagar sobornos”, dijo.
José Hawilla, expresidente de la empresa deportiva Traffic, que poseía derechos de televisación de la Copa América y la Copa Libertadores, se declaró culpable el 12 de diciembre de 2014 y colabora desde entonces con la justicia estadounidense en el megaescándalo de corrupción de la FIFA, inclusive grabando a escondidas a otros acusados. Es uno de los 42 inculpados en el megaescándalo.
Hawilla, que declaró el lunes en la cuarta semana del juicio FIFA cargando un tanque de oxígeno por problemas de salud, contó cómo su empresa, una de las tres compañías acusadas junto a Full Play y Torneos y Competencias, tenía firmado con la Conmebol un contrato por los derechos de las Copas América 2007, 2011 y 2015.
A cambio, pagaba coimas al entonces presidente de la Conmebol Nicolás Leoz, otro acusado que lucha contra su extradición en Paraguay, y a los exjefes del fútbol de Argentina y Brasil, Julio Grondona -fallecido en 2014- y Ricardo Teixeira, acusado en Estados Unidos, pero en libertad en Brasil.
Según Hawilla, su contrato se vino abajo en 2010, durante el Mundial de Sudáfrica, cuando el Grupo de los Seis en la Conmebol liderado por Luis Chiriboga, exjefe del fútbol ecuatoriano, dio un golpe de Estado a la cúpula integrada por Grondona, Teixeira y Leoz.
A sus espaldas, la Conmebol firmó un nuevo contrato con Full Play, la empresa de los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, y les cedió los derechos de las Copas América 2015, 2019, 2023 y la Copa América Centenario 2016.
Leoz dijo a Hawilla que se vio obligado a firmar ese contrato porque el Grupo de los Seis -integrado por los exjefes del fútbol de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela y Paraguay- amenazaba con sacarlo de la presidencia de la Conmebol, y también a Grondona y Teixeira.
“Era un golpe de Estado para sacar a esos tres y asumir ellos seis”, dijo Hawilla. Y dijo que Chiriboga le dijo en tono agresivo: “Ahora mandamos nosotros en la Conmebol. Traffic está fuera”, porque “ustedes siempre acordaron (el pago de coimas) con los tres (Leoz, Teixeira y Grondona) y nosotros siempre quedamos fuera no solo de los acuerdos financieros sino de las decisiones”.
El exjefe del fútbol colombiano Luis Bedoya, testigo la semana pasada, había indicado sin embargo que el G6 nunca consiguió tener mucho poder, pese a sus intentos.