Al menos 235 personas han muerto y otras 120 han resultado heridas en el atentado contra el templo musulmán de Al Raudá, en el norte del Sinaí, en pleno rezo central del mediodía, según fuentes de seguridad y del Ministerio de Sanidad de Egipto. Se trata de una de las acciones terroristas más sangrietas registradas.
Los testigos del ataque citados por la edición digital del diario Al Ahram aseguraron que los terroristas hicieron estallar una bomba en la mezquita, adscrita al rito moderado sufí, considerado herético por el salafismo extremista, mientras varios hombres armados abrieron fuego de forma indiscriminada contra los fieles que huían tras la explosión. En medio de un gran despliegue de fuerzas de seguridad, los equipos de emergencia evacuaron hacia hospitales cercanos a los supervivientes en decenas de ambulancias a pesar del tiroteo cruzado.
Entre las víctimas había numerosos soldados de reemplazo que cumplen el servicio militar obligatorio en la conflictiva zona del norte del Sinaí.
Desde que el Ejército derrocó en julio 2013 al presidente Mohamed Morsi, afiliado a los Hermanos Musulmanes, el Sinaí se ha convertido en el principal foco de violencia en Egipto. En la frontera occidental con Libia operan también grupos yihadistas que mantienen lealtad a Al Qaeda, como Ansar el Islam.
Los milicianos de Provincia del Sinaí, la filial local del ISIS, han multiplicado los atentados contra militares y policías y los ataques contra civiles que trabajan para el Estado con el objetivo de sembrar el terror en la región. El Sinaí quedó semidesmilitarizado tras la salida de las tropas de Israel, al poner fin a la invasión de la Península que mantuvo entre 1967 y los acuerdos de paz de 1979, cuando el Gobierno de El Cairo reconoció al Estado hebreo.
Los yihadistas de la región prometieron lealtad al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) a finales de 2014 y establecieron la llamada Provincia del Sinaí del Califato en la península que limita con Israel y Gaza —por el paso fronterizo de Rafah—, y con el canal de Suez.
Según El País, que cita a la cadena británica BBC que a su vez cita al canal de televisión privada Extra News TV, el presidente del país, el mariscal Abdelfatá al Sisi, que ha declarado tres días de luto nacional, reunió este viernes al Comité de Seguridad Nacional para abordar la situación.
Los yihadistas de ISIS decapitaron el año pasado a un jeque local sufí, al que acusaron de herejía y de practicar la magia, según informó la agencia France Presse. Muchos adeptos al sufismo han sido secuestrados por los grupos vinculados al ISIS y solo son liberados después de declarar en público que se arrepienten y renuncian a sus creencias.