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Caso Odebrecht: Jorge Glas llegó custodiado por agentes de civil y guías penitenciarios a su audiencia de juzgamiento en la Corte

  • Redacción
    • Tiempo de lectura: 2 minutos

    El vicepresidente sin funciones, Jorge Glas, detenido desde el pasado 2 de octubre en la cárcel 4 de Quito, llegó la mañana de este viernes a la Corte Nacional de Justicia a las 08:22. Llegó custodiado por agentes de civil y guías penitenciarios.

    Este viernes está previsto que el Tribubal Penal, escogido a través de un sorteo, juzgue a Glas, y a los otros 8 procesados por el delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht.

    Los tres jueces desginados por la Corte Nacional de Justicia son: Sylvia Sánchez, Richard Villagómez y Édgar Flores.

    Hasta el jueves anterior, la Corte evalúaba las últimas diligencias antes del juicio a Glas; su tío, Ricardo Rivera, y los otros 7 procesados. Los jueces aceptaron la solicitud del segundo mandatario para que se realice un peritaje a la memoria USB, entregada por el empleado de confianza de Rivera, quien sacó respaldos de los teléfonos y el computados de su exjefe.

    Además, se notificó a varias instituciones, entre ellas la Superintendencia de Bancos para que se inmovilicen las cuentas bancarias de los procesados y se retengan los fondos. También, para que se empiece el proceso de decomiso y repatriación para los que tienen activos fuera del país.

    Su abogado, Eduardo Franco Loor, planteó una demanda de recusación contra 2 de los 3 jueces que conforman el Tribunal que juzgará al segundo mandatario.

    “Soy inocente”, gritó Glas poco antes de iniciar la diligencia y pidió que el proceso sean transmitido en vivo para que el “pueblo juzgue como están actuando determinados autores de justicia”.

    A la Corte Nacional también han llegado hasta el momento los procesados Ricardo Rivera, tío del vicepresidente, el empresario Gustavo Massuh, Carlos Villamarín, exfuncionario de Senagua, y abogado José Terán Naranjo. En total son nueve personas las que serán juzgadas y enfrentan una posible sentencia de hasta cinco años de cárcel.

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