El gobierno del presidente Donald Trump anunció una lista de prioridades relacionadas con la inmigración que podrían frustrar los intentos para proteger de la deportación a miles de jóvenes inmigrantes, muchos de los cuales fueron llevados ilegalmente de niños a Estados Unidos.
Las exigencias incluyen cambiar el sistema para el otorgamiento de tarjetas de residencia, contratar 10.000 agentes adicionales de inmigración y construir un muro en la frontera con México como lo ha prometido el mandatario, pese a que los legisladores demócratas han rechazado abiertamente muchas de estas políticas.
Sin embargo, funcionarios del gobierno de Trump dijeron que el mandatario insistirá en que el Congreso las apruebe a cambio de apoyar una iniciativa que amplíe el programa Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).
“Estas prioridades son esenciales para mitigar las consecuencias legales y económicas de cualquier subvención o categoría otorgada a los beneficiarios del DACA”, señaló el director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Marc Short.
Además de la represión contra niños no acompañados en la frontera, el documento insiste en que cualquier acuerdo para dar a los dreamers un estatus legal permanente debe incluir la construcción de un muro a través de la frontera sur y una legislación para reducir la inmigración legal mediante la creación de un sistema que apruebe a los inmigrantes en base a sus habilidades, no a sus conexiones familiares.
La propuesta de Trump contempla poner límites a los permisos de residencia para cónyuges e hijos menores de edad de quienes ya viven en EEUU, así como crear un sistema de puntos para obtener esas tarjetas.
Junto con la seguridad fronteriza y el cambio en los parámetros de aceptación de inmigrantes, el plan enfatiza la necesidad de “hacer cumplir” las leyes migratorias y llevar a cabo reformas para la “rápida salida” del país de aquellos que se quedan más tiempo del permitido por su visa.
La Casa Blanca quiere que la lista guíe la reforma de inmigración en el Congreso y acompañe un proyecto de ley para reemplazar a DACA, el programa de la era Obama que protege a casi 800.000 dreamers de la deportación y les permite obtener permisos de trabajo.
El plan de Trump aboga también por un aumento en el costo de los visados para financiar la mejora de la seguridad fronteriza, el retorno “ágil” a sus países de los menores que llegan solos a EEUU y el fin del “abuso” del sistema de concesión de asilo.
El Gobierno de Trump está dispuesto a trabajar con el Congreso para lograr “tres objetivos”: garantizar admisiones en EEUU “seguras y legales”, defender “la seguridad” del país y “proteger a los trabajadores y contribuyentes estadounidenses”.
(Fuente: Univisión)