Muchas veces los hábitos financieros de una familia no son los más adecuados y para poder alcanzar ciertas metas terminan gastando el doble de sus ingresos principales. Algunos cometen el error de endeudarse sin planificar o mirar las posibilidades de pago extralimitándose en su presupuesto a tal punto que deben volver a endeudarse para pagar esos gastos desmedidos. Es un círculo vicioso, cuando lo ideal es ahorrar para financiar las actividades con fondos propios sin caer en deudas que pueden tornarse impagables.
Tener una deuda no es buena ni mala idea, pero todo depende de la planificación financiera de cada persona para salir rápido de ella, aun así ¿se pueden evitar deudas no planificadas?
Se habla de deudas no planificadas cuando en una familia no existe un presupuesto ajustado a la realidad de los ingresos. Pero gastar exageradamente sin pensar en el futuro es cuestión de conciencia familiar. La clave está en planificar y administrar para no realizar gastos excesivos. Todo tiene que ver con la educación financiera en casa.
Hoy por hoy, la economía familiar no cae en la responsabilidad sólo de la cabeza de familia (padre), sino tanto en el esposo como la esposa. Los dos hacen un presupuesto de tal manera que el ingreso familiar se multiplica.
Hay una regla clara del 100% de los ingresos, el 50% se destina a los gastos, el 30% a los ahorros y el 20% a los gastos no planificados porque tampoco puede existir la perfección. Lo primero que debe hacer una familia es proyectar los gastos recurrentes en un solo presupuesto. Por ejemplo: educación, vestimenta y salud.
Una persona organizada sabe que puede contar con el dinero proveniente del ingreso, sueldo, renta o lo que sea. El dinero en plástico puede ser también una solución a cualquier calamidad o imprevisto que se pueda a presentar en un hogar. Es decir, en una familia hay gastos inesperados que se pueden pagar con el presupuesto normal, pero algunos pueden ser financiados con una tarjeta de crédito siempre y cuando el gasto se pueda pagar a tres meses o pagar descontando el mes siguiente para no tener un ahorcamiento financiero.
Pero si la persona tiene una buena cultura financiera no habrá ningún tipo de problema con la tarjeta de crédito sino al contrario, esta servirá como una herramienta que no solo se utiliza a nivel de hogar sino a nivel de personas particulares en cualquier caso de emergencia.
Lo ideal es tener una buena base para el ahorro será útil para que la familia pueda hacerle frente a cualquier tipo de eventualidades.
En el caso del Ecuador, el presupuesto de un salario mínimo se debe ajustar a la realidad familiar padres, por ejemplo, si ganan sueldo mínimo existe la opción de matricularlos en escuelas o colegios públicos en caso de no poder acceder a la inscripción de sus hijos en colegios privados y adecuarse a consumir productos de primera necesidad.
Hay que educar el bolsillo a la realidad que se vive y de esta manera siempre la persona tendrá el 30% para el ahorro porque quien no es organizado así gane mil millones de dólares nunca le va alcanzar el dinero.
Hoy por hoy, se está empezando a desarrollar a nivel general en el Ecuador la educación financiera. En las escuelas se fomenta la política del ahorro, pero básicamente la educación empieza desde el hogar, se refuerza en las escuelas y con el uso del Internet donde se pueden encontrar clases de recomendaciones financieras
La banca también hace que sus clientes conozcan términos como lo que es pago mínimo, sugerido o total o para qué se destina la cuenta de ahorros o corriente. La primera es justamente para lo que tiene su efecto, pero muchos la toman para debitar los pagos de la luz, el agua o el teléfono, que son gastos corrientes.
Para que realmente pueda existir una política de ahorro en un hogar es importante la ayuda de la banca y las escuelas, pero el tema del hogar es algo sumamente fundamental para que las familias puedan tener y enseñar cultura financiera de generación en generación.