La dirigencia del movimiento oficialista AP, reunida a puerta cerrada con el vicepresidente sin funciones Jorge Glas, y en ausencia del Presidente Lenín Moreno, decidió oponerse a la posibilidad de una consulta popular que pueda apuntar a desmontar instituciones montadas por el Gobierno anterior o destituir a funcionarios de los organismos de control y justicia también designados en el anterior Gobierno por el Consejo de Participación Ciudadana, con integrantes afines al anterior Gobierno.
“En el posible escenario de consulta popular se exigirá que esta se oriente a ampliar derechos, justicia social, e igualdad de oportunidades para todos los ecuatorianos. No apoyaremos procesos que respondan a la agenda de la derecha y de los poderes económicos, de regresión de derechos políticos ni de desestabilización de la institucionalidad del país. En caso de verse afectada la estructura del Estado y los derechos fundamentales del pueblo, ecuatoriano promoveremos un proceso constituyente”, dice el comunicado de diez puntos.
En general, el comunicado de la dirigencia de AP apunta a rechazar todo lo acogido durante el diálogo que ha entablado el gobierno de Moreno con diferentes sectores por considerarlo una concesión a los sectores a los que llama de derecha. También insiste en el respaldo al vicepresidente Glas y cuestiona que el dinero electrónico pretenda ser manejado por la banca privada.